A veces no tiene tiempo ni para comer, refiere Nancy.
Su labor como checadora de “rutas” no es fácil, pues a veces no tiene tiempo ni siquiera para tomar sus alimentos o hacer sus necesidades. Así es el día a día de Nancy, una mujer que desde hace 30 años se encarga de registrar el tiempo de diferencia que llevan los operadores de la Ruta 4.
Su jornada es de ocho horas diarias, y aunque algunas personas opinan que el trabajo de un checador es fácil, ella dice que es todo lo contrario, porque empieza a trabajar a las seis de la mañana y a veces desayuna hasta las doce del día.
“Cuando hay muchos carros es cansado; casi no me siento; no puedo comer, ni ir al baño. Es complicado porque las rutas pasan muy seguido y a veces sólo tengo cinco minutos para desayunar rápido y cuando tengo que ir al baño el señor que vende los periódicos me ayuda a checar”.
Nancy Pérez refirió que su labor consiste en registrar el tiempo de diferencia que hay entre un operador y otro, por lo cual recibe un pago semanal por parte de la organización. Sin embargo, comentó que ha pensado en dejar esta actividad y buscar un empleo formal que no implique caminar de un lado a otro.
“Me siento muy capaz de encontrar otro trabajo, terminé la preparatoria y sé que con eso puedo buscar otro empleo. Estoy pensando en trabajar dos años más y luego buscar algo más”.
Señaló que empezó a trabajar en el sector transporte gracias a que su papá tenía dos camiones y dos permisos de circulación.