Diego afirma que seguirá en el taxi “hasta que el cuerpo aguante”
Aunque tiene una trayectoria de 24 años como chofer de taxi, Diego Fernando Rufino dice que hay días en los que no se lleva ni un peso a su bolsa.
Sin embargo, no ha pensado en dejar esta actividad porque considera que es poco probable encontrar un empleo formal. Por eso afirma que seguirá en el volante hasta que el cuerpo le aguante, pues ahora que sus hijos crecieron solo trabaja para su esposa.
Para Diego conducir un taxi no es una labor sencilla puesto que implica trabajar largas jornadas, al menos seis días de la semana.
“Parece un trabajo sencillo, pero es andar de arriba para abajo. A veces nos encontramos con buenas personas y a veces todo lo contrario; hay de todo y a veces no sacamos ni para la cuenta y con esfuerzo juntamos el dinero para la gasolina”.
Señaló que en su actividad diaria se ha encontrado con personas mañosas. Por ejemplo, contó que en una ocasión una persona solicitó el servicio, subió a la unidad y le hizo la plática y a medio camino le pidió prestado su teléfono celular para hacer una llamada, pero bajó del carro y se fue con el equipo.
La misma situación ocurrió con otro pasajero, pero esta vez le pidió prestado 200 pesos.