Los incrementos ahuyentan a la clientela, lamenta Teresa Ruiz.
“Las ventas han estado muy bajas, lo que se nos está complicando mucho es el huevo. De repente esta carísimo y los clientes no lo quieren comprar” relato Teresa Ruiz, quien se dedica a la venta de ese producto a las afueras del mercado Adolfo López Mateos (ALM) de Cuernavaca.
La mujer comento que vende más el huevo por mayoreo que por kilo: “le surtimos a las tienditas. Todos ellos nos compran el huevo por mayoreo, lo piden por caja y les sale mejor que venir a comprar por kilo. Los que llegan a pasar por aquí que vienen a hacer su mandado, pues si se llevan de a kilo o tapa, pero son muy pocos”.
La locataria menciono que algunos han dejado de surtir el producto debido a que cambia constantemente de precio: “muchos nos dicen que prefieren gastar en otro tipo de comida, ya que sale cara hacer un huevo para comer”.
La mujer relató que también los proveedores sufren mucho con los bajos ingresos de sus productos, porque “siempre que vienen a dejarnos huevo nos dicen que la gente deja de comprar como antes y eso para ellos es difícil ya que no tienen las mismas ganancias”.
“También ya hay más competencia con la gente que vende huevo de rancho. Hay gente que lo vende más barato y pues unos dicen que es un poco más fresco que el que se vende aquí”, apuntó.
“Esperemos que ya no suba y que comience a bajar de precio, si no, de lo contrario, ya la gente va a dejar de consumir un producto que por tradición es muy querido y buscado para las familias” remató Teresa Ruiz.