Autoridades sanitarias deben dar atención adecuada a la epidemia, señala investigador del IBt.

Ante el avance de la viruela símica, es importante que las autoridades federales instalen cercos sanitarios en los sitios turísticos con mayor afluencia de extranjeros, como la frontera norte, Quintana Roo y la Ciudad de México, señaló Fidel Alejandro Flores Sánchez, investigador del Instituto de Biotecnología (IBt) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El experto señaló que es fundamental que las autoridades sanitarias asuman una postura congruente de mayor fortaleza y claridad para la población respecto a esta epidemia: “que no suceda como pasó con el SARS-COv-2, hay que ser mucho más enfáticos y congruentes, no debemos dar un tipo de mensajes y luego otro. El de los secretarios debe ser mucho más fuerte, no llevar a cabo eventos que sean contradictorios. En eso radica la fortaleza, en la congruencia”.

El también presidente de la Academia de Ciencias de Morelos (ACmor) explicó que no sólo Estados Unidos declaró la emergencia sanitaria por la viruela del mono, sino que “en todo el mundo, también en México, al ser parte de la Organización Mundial de la Salud, entra en la emergencia sanitaria, que implica una respuesta coordinada para este patógeno para el cual no tenemos inmunidad”.

Destacó que aquellas personas que nacieron después de los años 70’s ya no tienen la vacuna contra la viruela en humanos, la cual protegía hasta en un 85 por ciento contra la viruela del mono. Entonces, indirectamente quedamos vulnerables ante esa zoonosis (como se llama a la enfermedad transmitida de animales a humanos) que es endémica de África. Con la migración -la invasión de hábitats de animales con esas enfermedades- se dan esos brotes.

De manera tajante, el especialista en genómica subrayó que “lo que no debemos hacer es estigmatizar, pero tampoco minimizar. Ahorita justo lo que vemos es que hay alrededor de 90 casos en la Ciudad de México ya confirmados. Eso nos pone en una posición de mayor vulnerabilidad por la proximidad con Morelos, y a Cuernavaca, donde se concentra el 25 por ciento de la población del estado”, anotó.

La vía de transmisión de la viruela del mono es por contacto directo, muy cercano o íntimo. Lo que se ha visto es que las prácticas sexuales inseguras son la principal vía, pero también hay riesgo en el contacto por medio de superficies, como la ropa de cama, por ejemplo, aunque la incidencia en esos casos es muy baja.

Además, el investigador consideró que hay que crear conciencia para reconocer los síntomas y que las personas que los tengan se resguarden y luego asistan a realizarse análisis en los servicios de salud, para que esos casos sean confirmados y se lleve un registro oficial a través del Instituto Nacional de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (Indre).

En cuanto a las medidas que se han propuesto a las autoridades federales, el especialista subrayó la necesidad de evitar que la propagación aumente con más casos importados.

Refirió que en las últimas dos semanas se han duplicado los casos confirmados en el país y si estos aumentan a 180 en menor tiempo, será fundamental reforzar o tomar otras medidas.

Expuso que en sitios turísticos es importante instalar cercos sanitarios, puntos con personal médico que realice acciones la aplicación de cuestionarios o la identificación de posibles síntomas, incluso donde se apliquen pruebas a quienes pudieran tener sospecha de viruela, especialmente en la frontera norte, en aeropuertos como el de Quintana Roo, que recibe a muchos visitantes extranjeros europeos y en la Ciudad de México.

Argumentó que el epicentro de la epidemia está en Europa, ya que el primer caso que tuvieron viene de un hombre de 50 años con reporte de viaje a Ámsterdam: “la comparación del genoma de virus es idéntico al de Holanda, entonces hay que vigilar que no lleguen más, para evitar que no haya mayor número de casos de contagio local”.

Aclaró que en este momento la viruela símica no es una pandemia, pero por ello es importante tomar las medidas necesarias, para actuar pronto y contener la propagación acelerada.

Flores Sánchez mencionó que por ahora no se tiene una vacuna contra esta viruela del mono en humanos, que esté aprobada, aunque hay avances muy importantes, entre ellos un biológico con el virus atenuado, pero que se puede reactivar, y otra de Guinea, que es similar a las que existe contra covid, pero que tampoco ha sido autorizada.

Por ahora la recomendación a la población es mantener las medidas de sana distancia, uso de cubrebocas, evitar relaciones sexuales de riesgo, y si se detectan síntomas, autoaislarse, hacerse pruebas de diagnóstico en los Servicios de Salud y atenderse médicamente.

De forma contundente recomendó el aislamiento, mientras la persona espera -el periodo de transmisión es de 21 días- a que la enfermedad evolucione y mejore el paciente.

“Ahorita la enfermedad se autocontiene después de 21 días, pero otra vez hay poblaciones de riesgo; en este caso son los menores de ocho años, mujeres embarazadas y las personas mayores de 60 años, a pesar de que sí tienen vacuna de viruela, porque desde esa década los estudios se detuvieron, al considerar que la enfermedad estaba erradicada en varias zonas del mundo y, por lo tanto, no se sabe qué de esas personas que por su edad sí fueron vacunadas.