Armando afirma que la gente ya busca más el servicio de taxi que brindan las plataformas digitales
Armando dice que ha sido testigo de cómo el servicio de taxi ha ido en decadencia, pues hace 30 años era tanta la demanda que, incluso, tenía que doblar turno.
Empezó a trabajar cuando tenía 16 años de edad, gracias a que uno de sus conocidos lo invitó y aceptó a pesar de que no sabía conducir.
“En ese tiempo mis papás vendían tacos en la calle y yo les ayudaba. Un señor me pidió que moviera su taxi y lo hice, pero no sabía manejar y al otro día me dijo que si quería trabajar en el taxi después de vender tacos y le dije que sí y así empecé”.
Su primer día al volante fue difícil pues no sabía manejar y tampoco conocía la ciudad; sin embargo, poco a poco fue aprendiendo.
“A todos los que se subían al taxi les preguntaba cuánto les cobran y me decían ´me cobran tanto’ y así fui aprendiendo. Al tercer día se me hizo más fácil porque ya conocía un poco más y sabía cuánto cobrar a los diferentes lugares”.
Hace 30 años -dijo- su jornada laboral era de seis de la tarde a seis de la mañana y sus ingresos económicos alcanzaban para comprar el combustible; entregar la cuenta, llevar el vehículo al autolavado, comprar sus alimentos y para llevar dinero a su casa, lo que ahora con mucho esfuerzo puede juntar.
Actualmente -apuntó- la crisis económica que ocasionó la pandemia y las plataformas como Uber y Didi han afectado en sus ingresos, por eso considera que es necesario innovar y afiliarse a las aplicaciones para no estancarse en su trabajo.
“En la actualidad es muy difícil encontrar a alguien en la calle que te haga la parada, porque lo de hoy son las aplicaciones, por eso creo que como trabajadores del volante debemos innovarnos”.