Juan Gabriel es taxista desde hace cinco años.
“Mi mamá me decía ‘¿quieres ganar dinero, te gusta la calle’?, pues ‘te vas de bolero’; me hizo un cajón y así empecé a trabajar en el zócalo de Temixco cuando apenas tenía 12 años”, contó Juan Gabriel, quien actualmente trabaja como chofer de taxi.
Su vida laboral empezó boleando zapatos y siguió en esa actividad durante dos años. Luego trabajó como chalán de albañil, después se dedicó a elaborar cerámica por 20 años y hace cinco años agarró el volante.
“No tengo estudios, solo llegué a la primaria porque agarré los vicios del cigarro y el alcohol; empecé a trabajar a los 12 años como bolero y con ese dinero apoyaba con los gastos en la casa”.
En el taxi, asegura, no le va mal en lo económico, pues en ese lapso ha logrado tener su cartera de clientes.
“Siempre que salgo a trabajar le pido a Dios que me guarde, porque salgo muy temprano de la casa para sacar a la familia adelante, porque mi mamá me enseñó a ganarme el dinero de manera honrada”.
El trabajador del volante refiere que gracias a que tenía dinero ahorrado, durante los meses más fuertes de pandemia no fue necesario endeudarse para solventar los gastos de su casa.
Aunque por la emergencia sanitaria sus ingresos disminuyeron de manera considerable apuntó que no pensó en dejar el volante, pues considera que por su edad y la falta de estudios difícilmente encontrará un empleo formal.
Dijo que diariamente pide a sus clientes cumplir con las medidas de higiene, principalmente con uso del cubrebocas, porque en su familia dos de sus hermanos fallecieron contagiados con el virus.