El regreso a clases beneficia el negocio de Anastasia.
“La gente que trae su ropa a lavar me comenta que ahora ya ocupa más ropa, debido a que los niños regresaron a clases y ellos siguen trabajando de manera presencial y se ensucia más ropa”, dijo Anastasia Díaz Benítez, propietaria de una lavandería en la colonia Flores Magón, al explicar por qué a su negocio le va mejor en estos días.
La entrevistada cuenta que durante la pandemia tuvo que cerrar, ya que no tenía clientela: “mucha gente dejó de pagar para que le lavaran la ropa, porque era un lujo que no podían seguir manteniendo. Por eso tuve que cerrar por al menos ocho meses”.
Anastasia Díaz se quejó de que la falta de agua afecta mucho en su negocio: “tenemos que estar pidiendo pipas por lo menos una al mes, ya que sí hay mucha falta de agua por está zona y pues ahí va otro gasto que tenemos que mantener nosotros”.
“Junto con el agua también aumento mucho el precio de los suavizantes de tela, el cloro, el jabón y no se diga la luz, que cada vez está más cara. Nosotros no podemos subir el precio del kilo de ropa debido a que la gente nos deja de traer su ropa” apuntó.
“Lo que más nos traen son uniformes escolares y también nos piden que los tengamos lo antes posible, porque mucha gente no tiene muchos recursos para comprar más uniformes y eso es bueno para nosotros, porque nos sale más trabajo” finalizó.