Mario Blanco García afirmó que el Centro de Donación de Sangre de la Cruz Roja Mexicana Delegación Cuernavaca tiene tanta importancia en Morelos y en México como lo tiene el corazón en un cuerpo humano: bombea para todos lados, porque todo el cuerpo requiere sangre. si el corazón no bombea, el cuerpo muere.
Según el director y coordinador del Centro de Donación (o Banco de Sangre, como se le conoce también) éste lugar selecciona, capta, fracciona, analiza, conserva y distribuye componentes sanguíneos.
“Hasta hace un año y medio también transfundíamos, pero en la actualidad, por un problema de interpretación de la ley, no lo hacemos”, dijo.
La necesidad de un centro de donación se mide por la cantidad de personas de la región, por lo que en la entidad hay cuatro centros, uno es el de la Cruz Roja y cubre 99 por ciento de esa necesidad de los hospitales privados y 30 o 33 por ciento de las necesidades de los hospitales gubernamentales de Morelos, Puebla, Ciudad de México y Guerrero. Es regional, aunque se ha mandado sangre a Guadalajara, Veracruz y hasta Chiapas.
El entrevistado dijo que los cuatro centros de donación no se dan abasto, porque hay mucha necesidad.
Explicó que hay personas con enfermedades crónico degenerativas o con cánceres o linfomas que requieren sangre; también hay enfermos que son sometidos a cirugías y necesitan sangre, opersonas que sufren accidentes y necesitan transfusión o las víctimas de la violencia, que requieren mucha sangre.
Cómo se obtiene
Se realizan campañas de donación altruista de sangre una o dos veces al mes, que es lo que pide la norma, para mayor seguridad, y además para abastecer los refrigeradores para las necesidades urgentes que requiera la población.
Se captan entre 380 y 500 donadores altruistas y de cada uno se obtienen 450 mililitros y se recurre a un directorio. Por lo general son ellos los que donan, aunque algunas veces llegan nuevos donadores.
En algunas instituciones como la Escuela de Enfermería de la Cruz Roja Mexicana se tiene un espíritu altruista, humanitario, siempre se tiene éxito en las campañas, asegura.
Reconoce que al inicio de la pandemia no hubo donadores voluntarios como en años anteriores. “No nos permitían pasar a captar donadores y los voluntarios no acudían, pensaban que se iban a infectar de covid, a pesar de que sabían que aquí la donación es muy segura.
Nos vimos en la necesidad de pedir a familiares, para reposición: la gente que requería sangre debía traer sus donadores, porque no había donación altruista”.
Antes de la pandemia se requería aproximadamente de 300 o 400 unidades al mes, pero con la pandemia el número se duplicó, con alrededor de 900 unidades en el mismo periodo.
“Dos o tres años antes de la pandemia no teníamos que ir a tocar puertas en las compañas de donación altruista de sangre. Hablaban de la radio, de las empresas, de la universidad para participar, ya teníamos sistematizado todo, ahora con el coronavirus volvemos de ceros, empezamos a picar piedra”.
La máquina de aféresis
“Nos han tocado casos de estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) que han tenido problemas oncológicos. Dos de ellos, me acuerdo muy bien; venía toda la universidad a donar y por esas razones gestioné esta máquina de aféresis, llegó en 1998, nadie la tenía, ni el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ni el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste).
“Yo vi la necesidad, vi cuánta gente fallecía y esta máquina nos ayudó a salvar vidas, a nivel nacional Cruz Roja Cuernavaca es pionera.
“La máquina de aféresis es un aparato para obtener plaquetas, pero también células madre, gránulos, reordena la sangre y selecciona lo que pedimos.
“Normalmente las clínicas y hospitales nos piden sangre con ciertos componentes sanguíneos y nos mandan un resumen médico del paciente y ahí nos damos cuenta de las enfermedades, como la aplasia medular, hipoplasia medular y problemas oncológicos por el uso de pesticidas, fertilizantes, insecticidas, y (los casos) se concentran en Jojutla principalmente y en Zacatepec.
Lo que más necesitan son plaquetas y para obtener una cantidad terapéutica o adecuada para una persona llegamos a necesitar hasta 20 o 30 personas donantes para obtener 20 o 30 mililitros de plaquetas de cada uno, hacer un paquete de 200 o 300 mililitros y transfundirlo. La máquina de aféresis permite hacer eso; además, fracciona la sangre en un componente eritrocitario, en un plasma, en plasma fresco o congelado, plasma fresco desprovisto de crioprecipitados, plasma rico en plaquetas, y factores de coagulación específicos”.
La máquina permite dar servicio a más población y de una manera más rápida y económica.
En Morelos hay una cantidad grande de hemofílicos y están identificados; “nosotros contamos con grupos de donadores de sangre poco común, son clubes de donantes para las necesidades que se requieren, hasta antes de la pandemia funcionaban, pero ahora se dispersaron y necesitamos reagruparlos.
“Ha habido pacientes con incompatibilidad con todas las sangres y se ha tenido que buscar entre decenas de unidades para obtener la más adecuada. Nunca será 100 por ciento igual, podemos tener una que se acerque a la compatibilidad, el riesgo de la vida nos permite transfundirlo, pero debemos seguir buscando la compatibilidad.
También ha habido necesidad de transfundir a personas en más de 35 unidades de componente sanguíneo, sobre todo algunos que han sido agredidos físicamente por la delincuencia:
“Hemos llegado a tener 36 o 38 unidades en esa persona, y ha vivido; hay personas que con más de 12 unidades mueren”.
“Tuvimos un caso de un hombre, muy conocido en el estado, que requirió 36 unidades de sangre; eso no quiere decir que sean 36 bolsas, son 36 componentes, pudo haber necesitado 20 concentrados eritocitarios de 230 mililitros, 10 o 12 plasmas de 180 o 200 mililitros, 2 o tres aféresis de plaquetas”.
Ninguna sangre es igual
La mayoría conoce dos sistemas de clasificación de la sangre, el a, b, c; el RH Positivo o RH negativo, pero hay 44 sistemas para clasificar grupos sanguíneo y hay subclasificaciones.
La más rara es la AB Negativo, es la menos común, 0.07 por ciento del total de la población la tiene, afortunadamente, como es tan poco común, hay pocas personas y están identificadas.
Los grupos sanguíneos más comunes presentan más problemas; 62.4 por ciento O positivo, A positivo 22 por ciento, los negativos son arriba de tres por ciento.
La necesidad de sangre ha ocasionado un uso indiscriminado en la utilización de sus componentes, lo que ha originado que se generen anticuerpos.
“Cada vez que se transfunde una persona tratamos de encontrar la mejor sangre y la más compatible, pero nunca vamos a llegar un 100 por ciento de compatibilidad. No existe sangre idéntica ni siquiera entre hermanos gemelos, por tal motivo siempre que se utiliza un componente en una persona se sensibiliza, quiere decir que generamos anticuerpos y cuando esa persona dona, lleva los anticuerpos”.
Aunque una persona se haya transfundido una vez y quiere donar sangre, sí puede, pero su sangre lleva anticuerpos.
Cuando la sangre es recibida por la persona y ésta tiene el antígeno, produce una incompatibilidad.
Ya no hacemos trasfusiones
La filosofía de la Cruz Roja es ayudar a las personas más desprotegidas y proteger los lugares desprovistos por el gobierno.
“Hace un año y medio aquí llegaban las personas que también se transfundían. En los casos que se necesitara, se quedaban un día o unas horas y después se iban, se les cobraba 600 u 800 pesos, cuando en una clínica particular se cobran tres mil pesos”.
De acuerdo con la Ley General de Salud y el reglamento y la Normal oficial, el banco de sangre tiene como objetivo seleccionar, captar, fraccionar, analizar, conservar, distribuir o aplicar componentes sanguíneos.
Sin embargo, “la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) dispone que en el Centro de Donación de Sangre necesitamos licencia para la transfusión; pero eso es para los hospitales que realizan procedimientos quirúrgicos, nosotros somos un centro de donación. No quisimos entrar en polémica”.
El costo de un centro de donación
“La gente tiene una falsa idea del centro de donación de sangre: que es algo muy feo y debe estar en lo oscurito; que nunca van a requerir sangre, que sólo comercia con la sangre.
Nuestro centro de donación es algo tan valioso que es el centro de las cosas. Algún día nosotros o algún familiar vamos necesitar sangre y esperamos la mejor atención, la mejor calidad, el mejor trato; y sólo se cobra el costo de recuperación.
“La sangre es gratuita, pero tenemos gastos directos e indirectos. Cuesta obtenerla, hay que preparar campañas de donación, salir a promocionar, convencer, gastar en gasolina, personal, energía eléctrica, alimentación, extraerla, tenerla en el ambiente adecuado, con la luz adecuada y la temperatura optima, el tiempo pertinente, eso cuesta, las pruebas serológicas que se le hacen, todo tiene un costo, son gastos directos e indirectos”.
La inversión anual del centro de donación es de siete a nueve millones de pesos.
Casi tres décadas conociendo la sangre
En 1996 se creó el Centro Nacional de la Transfusión Sanguínea y desde entonces se inicia la cultura de la donación. “En ese entonces estaba Wenceslao Gabaldón, pionero de bancos de sangre nacional, en la Cruz Roja. Según el doctor, la Cruz Roja no estaba preparada para ser el Banco de Sangre del país.
“Yo entré a las Cruz Roja en 1996. Estudié Medicina en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) y una especialidad en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Mi idea era comenzar a trabajar, tener un título e irme a Estados Unidos a estudiar. Me querían mandar de una vez a la especialidad, pero yo quería conocer un poco más la práctica, yo iba para quirúrgica, pero comencé a profundizar en el conocimiento del centro de donación de sangre y en la necesidad de la población. Me gustó tanto que me quedé en la Cruz Roja.
“Lo más satisfactorio que yo he visto es que la gente vive y sale caminando, a veces entran muy heridos o lastimados o inconscientes.
“La Cruz Roja es una institución muy noble, está basada en siete principios: Humanidad, Independencia, Carácter Voluntario, Imparcialidad, Neutralidad, Unidad y Universalidad, y nosotros los llevamos a la práctica en la institución, en la sociedad y en nuestra vida privada; esto es muy importante en todo momento, y se vuelve fundamental en épocas o momentos en que se pierden los códigos, los valores, la ética”, concluyó el entrevistado.
Bolsas con componentes.
Interior del Banco de sangre.
La máquina de aféresis.
Mario Blanco García.
Plasma.
Sala de captación de sangre.