Señala que toda su vida ha trabajado en el transporte.
“Antes era autobusero, toda mi vida ha sido en el transporte, pero lo dejé para estar cerca de mi familia. A veces tardaba meses para llegar a verlos porque el transporte foráneo es para andar en la calle y uno se aleja de la familia”, refiere Obdulio Arroyo Chávez, quien actualmente trabaja como operador en la Ruta 1.
En ocasiones –dijo– le tocaba dormir en el camarote del autobús, pues los operadores de estos camiones trabajan de día y de noche.
“Cuando vamos dos, uno duerme ocho horas mientras el otro maneja y así nos vamos turnando; no es lo mismo que estar en la casa, pero no siempre tenemos un lugar adónde llegar a dormir y además tenemos que pagar para que laven la ropa”.
Como conductor de autobuses –apuntó– difícilmente podía estar con su familia, pero gracias a esta labor y con el apoyo de su esposa sus hijos lograron estudiar una carrera universitaria.
Actualmente Obdulio trabaja como conductor de una “ruta” y señala que aunque es un poco estresante porque tiene que respetar el tiempo que les indican desde la base, no ha pensado en dejar este trabajo, que le ha dado de comer por muchos años.
De acuerdo con el trabajador del volante, hay días en los que ha pagado hasta 450 pesos como multa por llegar tarde con el checador.
Por ejemplo, recordó que la semana pasada, a causa de una manifestación en la avenida Morelos, tuvo que pagar 300 pesos por “minutos quemados”.