Luego explicó que "un camión de volteo gasta mucho diesel. El litro cuesta nueve pesos con 60 centavos. Cualquier salida significaría gastar cerca de los 10 litros que en dinero son casi 100 pesos. Mejor los dedicamos a necesidades del hogar, porque estamos francamente mal".
“Bueno”, abundó, “nos hemos visto obligados a reducir los salarios de nuestros empleados al 50 por ciento y de prorratearlos durante los días de la semana para poder superar la coyuntura. Eso es grave si consideramos que se trata de 200 o 300 familias que no tienen ingresos fijos y suficientes para su manutención”.
El dirigente gremial recordó que desde el gobierno estatal se prometió iniciar distintos proyectos que podrían dar ocupación a un considerable número de unidades de porteo, como en lo relacionado al boulevard Cuauhnáhuac, “pero no sabemos qué está ocurriendo, porque ya vamos superando el medio año y no hay nada”.
Atrisco Meneses dijo que han tenido ofertas de estados vecinos para incorporarse a algunas obras pero el número de unidades es reducido y los costos de traslado altos. Tampoco es muy aconsejable.
El problema, abundó, es que hay diversas organizaciones. Las pocas oportunidades que se abran serán motivo de lucha interna entre ellas. Lo más sensato será buscar esquemas de equidad en la firma de contratos.