Humberto tiene una trayectoria de 34 años como operador del transporte público
Aunque su trayectoria como operador del transporte público es de 34 años, desde hace tres años Humberto Alcaraz trabaja sólo fines de semana, luego de que los médicos le diagnosticaron varias enfermedades a consecuencia de la desatención en la alimentación y descanso personal.
“Me enfermé de la presión y otras cosas por las malpasadas, como no comer a las horas, no ir al baño a tiempo, no dormir bien; todo eso se acumula en el cuerpo y después hace daño”, indicó el trabajador del volante.
Comentó que en ocasiones almuerza a la una de la tarde o de plano, cuando hay pocos conductores, a esa hora apenas le da tiempo para comprar unas galletas y un refresco.
Hace tres años -dijo- habló con su patrón y planteó su estado de salud, por lo que acordaron que sólo trabajaría sábado y domingo, pero para obtener un ingreso extra entre semana realiza trabajos de mecánica debido a que como operador no tiene un sueldo fijo.
“Ser chofer es un trabajo muy difícil. Empecé a sentirme cansado y luego tuve problemas de la presión y de los pulmones, así que fui a ver al médico y me dijo ‘todo esto es por su trabajo porque te malpasas’. Por eso pienso hablar con los patrones para que me den una gratificación por los años de trabajo”.
Refirió que dentro de unos años dejará el volante, pues, aunque sólo trabaja dos días a la semana, su jornada empieza a las cinco de la mañana y termina entre diez y once de la noche.
Desafortunadamente -apuntó- los choferes no cuentan con prestaciones ni seguro social, de tal manera que cuando se enferman tienen que buscar la forma de solventar los gastos.