Vender libros —en distintas opciones— es mi pasión. Desde inicios del milenio se escuchaba hablar de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Había cierta desconfianza, parecía que el libro físico se extinguiría en un chaz y que, al mismo tiempo, habría acceso ilimitado a los libros. Ambas expectativas resultaron falsas. Ni se acaba el libro impreso ni existe la accesibilidad adecuada. Como en otros rubros, las artes adivinatorias sobre el destino del libro nos decepcionaron.
He vendido libros de forma independiente, más bien silvestre: sin administración, sin Excel, sin empleados, sin comisiones ni almacén. No digo sin impuestos, porque sí los pago, pero como el libro tiene tasa cero, las cosas son menos complicadas. La operación es más bien aritmética básica: comprar libros o hacerlos y venderlos. Sumas y restas, inversión, porcentajes, ganancias. Ya.
Pero hay que evolucionar, como todo en la buena vida. Renovarse. Hacia 2018 buscaba nuevas opciones para vender, algo estaba haciendo bien para las cifras que me reportaba a mí mismo. Trabajé con una distribuidora y las cosas marcharon un tiempo; luego vino la pandemia del covid y otras vicisitudes personales y los dejé. Fue bueno mientras duró, cientos de ejemplares por año y una promoción que incluyó presentaciones, colocación en librerías, ferias y más. En fin. Quizás halle otra opción.
Ahora tengo dos formas de vender libros on-line, en la web, en la internet, en mi propia librería virtual y en Amazon. Comenzaré por el gigante. Tras una desagradable experiencia como autor —cuando una editorial mexicana publicó un e-book mío—, decidí echarme un clavado en las aguas movedizas de Amazon. Aquel libro aparecía en 600 puntos de venta, gracias, según entiendo, a algún algoritmo de distribución, pero yo no vi casi nada de las ventas; para comenzar, nunca obtuve un reporte de verdad.
Ya en pandemia hice mi usuario en Amazon y comencé a estudiar el asunto, para subir libros. Con una ingeniera en datos, nos dimos a la tarea de analizar cómo funcionaba y ya con algunos conceptos básicos, comencé la aventura. Llevo ya dos años. He vendido, sí. Se ha promovido mejor mi obra, sí. Les he dado mayor visibilidad, sí. ¿Me falta?, sí, bastante.
Amazon ofrece cinco formas de explotación del libro, de obtener ganancias residuales sería más preciso: libro POD en pasta dura, libro POD en pasta blanda, e-book, suscribirlo a Kindle Unlimited y Audible. He explorado las primeras cuatro. POD significa Print On Demand (impresión bajo demanda). Eso tiene que ver con el dropshipping, es decir, que el cliente paga el libro y hasta entonces se imprime ese ejemplar y se le envía. Renovarse o morir, insisto. Los países donde esto ocurre son variables, pero pueden ser cientos.
Mi otra forma de vender es la Librería Ediciones Zetina (búscala en Google), solo con la opción de impresión bajo demanda en México, Chile y Colombia. La internacionalización es interesante. Comencé vendiendo libros usados en el piso de una facultad y ahora mis títulos están en sistemas más allá de nuestras fronteras.
En dicho sitio vendo libros que yo escribo o edito, así como libros que otros escriben o editan. Las opciones se van ampliando, la diversificación ocurre salvajemente en la webósfera. En mi librería hay miles de títulos disponibles, nacionales y extranjeros, también los que yo publico bajo los sellos Ediciones Zetina e Infinita. Es una comunidad en crecimiento.
Las redes sociales son de gran ayuda para hacer que los lectores conozcan estas opciones para adquirir mis libros. Prácticamente, van de la mano y confieso que aún me falta mucho por aprender y hacer. Y la competencia es grande, claro, pero hay que seguirle. Soy feliz, vuelvo a confesarlo. Ahora vendo libros incluso mientras duermo. Lo que sigue es editar más libros, una mayor promoción, vender mejor y más visibilidad.
Quizás algún día abra mi local de libros viejos, antiguos, especiales, descatalogados, dedicados, raros como yo, al que le pondría un nombre rimbombante; por lo pronto, seguiré en esto: haciendo y vendiendo libros por redes sociales, en alguna feria, en escuelas, en librerías, por correo, en eventos, en presentaciones o donde pueda. Ya lo he dicho, esto más que un oficio es una patología. Gracias.
Mi librería: https://libreriaedicioneszetina.librantida.com/
Mis libros en Amazon: https://www.amazon.com.mx/Libros-Daniel-Zetina/s?rh=n%3A9298576011%2Cp_27%3ADaniel+Zetina
