“Dejé la escuela porque me gustaba manejar y aunque en ese momento no pensé en el futuro, ahora ya digo ¿por qué no estudié?. Sé que nunca es tarde, pero ya tengo nietos y sería más complicado empezar a estudiar”, contó Germán Galicia Martínez, quien trabaja como operador del transporte público.
Dijo que incursionó en el sector transporte cuando cumplió la mayoría de edad, luego de que el gobierno que encabezó Lauro Ortega Martínez sorteó permisos de circulación y su papá, que era taxista, obtuvo dos en la Ruta 14.
“Este fue mi primer trabajo y aquí sigo. Mi papá hizo algo por nosotros y los tres hijos seguimos su legado”, dijo entrevistado en la base de la Ruta 2, en la que trabaja actualmente.
Señaló que gracias a este oficio logró construir su casa y pagar los estudios de sus cuatro hijos, pero a sus 53 años de edad piensa que buscar otro empleo donde tenga seguro social y prestaciones es complicado, porque no tiene una profesión.
Aunque reconoce que su actividad en la “ruta” es cansada porque dedican más de doce horas al volante, afortunadamente, dijo, nunca ha llegado a su casa con las manos vacías.
“Siempre recuerdo los consejos de mi padre. Me decía 'hay que ser educados con el pasaje y agradecer por cada peso que llevamos a la casa' y así lo hago siempre, y gracias a Dios nunca me voy sin un peso”.
Como papá, refirió Germán, se siente satisfecho porque sus hijos son profesionistas; dos trabajan en Estados Unidos, una estudia psicología y la otra la licenciatura en derecho.