José Luis Jorge Gutiérrez, quien trabaja desde hace 15 años como chofer de taxi, afirma que desde hace unos seis años dedica 14 horas diarias al volante para llevar unos pesos más a su casa, debido a que la competencia de los servicios de plataforma le ha quitado la clientela.
Afortunadamente -dijo- no tiene la responsabilidad de mantener a sus hijos, porque los dos crecieron y ahora son independientes, pero tampoco puede dejar este oficio porque hace cuatro años compró a crédito su vehículo, para dejar de pagar una cuenta.
Refirió que desde que llegaron los servicios de plataforma como Uber y Didi sus ingresos disminuyeron considerablemente y para ahorrar gasolina se estaciona en los andenes del mercado Adolfo López Mateos o afuera de los supermercados, cuando en otros años recorría las calles de la ciudad en busca de clientes.
“Gracias a Dios tengo mi cartera de clientes y eso me ayuda un poco porque es un ingreso seguro, pero ser taxista también es arriesgado y a veces estresante, porque hay mucha competencia con el servicio de plataforma y por eso tenemos que trabajar más horas para llevar al menos 600 pesos”.
Como dueño del taxi, indicó, se siente más tranquilo porque no tiene la presión de reunir el dinero para la cuota, aunque también tiene que ahorrar para el mantenimiento.