Asegura que las vacaciones le afectan porque disminuyen sus ingresos
Alberto tiene una trayectoria de 17 años como operador del transporte público; sin embargo, asegura que quería ser médico forense porque desde adolescente le llamó la atención, pero no tuvo la oportunidad de continuar con sus estudios y antes de cumplir la mayoría de edad incursionó en el sector transporte.
Aunque ahora tiene dinero dijo que no ha pensado en retomar sus estudios porque sus tres hijos son pequeños y dependen de él, y ahora tiene otros gastos en su casa.
Si bien está a gusto en esta actividad, Alberto reconoció que es una labor cansada y a veces estresante porque trabajan bajo presión y diariamente tienen que lidiar con algunos pasajeros que van de mal humor.
Además, todos los días tiene que entregar una cuenta de 900 pesos y debe reunir otro tanto para el combustible de la combi.
De acuerdo con el entrevistado ser chofer del transporte público tiene sus ventajas, por ejemplo, hay días en los que sus ingresos diarios son de hasta 600 pesos, pero también hay temporadas bajas que con mucho esfuerzo reúnen 200 pesos.
Pese a esa situación, afirmó que no ha pensado en dejar el volante porque la “mala racha” es temporal.
“Como decimos nosotros, ‘hay que aguantar porque es temporal’, porque el resto del año nos va bien y a diferencia de una empresa donde pagan lo mínimo aquí a veces nos llevamos más de 600 pesos al día”.