Las universidades públicas contribuyen a la evaluación general del sistema educativo, las políticas relativas a las y los docentes, sus capacidades académicas y directivas, así como en el diseño de nuevos programas de estudio, sostuvo José Mario Ordóñez Palacios, secretario Académico de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
Lo anterior durante el inicio del Primer Encuentro de Análisis de Políticas Públicas en Educación Superior, realizado en colaboración con el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), en el auditorio del Centro de Investigaciones Químicas (CIQ) del Campus Chamilpa de la UAEM.
Ordóñez Palacios señaló la necesidad de incluir la actitud emprendedora y la comercialización del conocimiento para atender el problema de incorporar egresados con nivel de doctorado al campo laboral.
El encuentro tuvo por objetivo reflexionar sobre las problemáticas contemporáneas de las universidades públicas, así como la elaboración de estrategias para el relevo generacional en la academia que sirvan como iniciativas para ser presentadas ante las autoridades de gobierno.
César Barona Ríos, secretario de Investigación de la Facultad de Psicología de la UAEM, refirió que la formación doctoral en México se encuentra estancada, se enfoca en algunas áreas disciplinares como la educación, negocios, administración y derecho.
Agregó que, de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en 2019, sólo el uno por ciento de la población de entre 25 y 64 años de edad, tienen un título de doctorado, siendo la más baja de los países de esta organización.
En su conferencia titulada “Relevo generacional en la educación superior”, Sonia Reynaga Obregón, académica del Cucea de la UdeG, destacó la oportunidad que existe para fortalecer la participación de jóvenes profesores y estudiantes en la toma de decisiones y en la formulación de políticas universitarias, sin embargo, los procesos de relevo generacional se han complicado para mantener la continuidad de programas educativos, pero, sobre todo, en áreas como la innovación.
Durante el evento se destacó la necesidad de reflexionar ante problemáticas como la inserción laboral de las y los egresados de doctorado en México y la no jubilación en la comunidad académica, pues el Padrón Nacional de Investigadores señala que para el año 2019 había poco más de 2 mil 500 investigadores e investigadoras mayores de 65 años, además de mostrar una reducción de nuevas plazas académicas en las universidades públicas, entre otros temas.