Ser chofer es estresante por el tráfico y las largas jornadas de trabajo, refiere
Oscar afirmó que tenía intenciones de continuar con sus estudios, sin embargo, el volante llamó su atención, y una vez que aprendió a conducir decidió dedicarse a ser operador de tiempo completo.
“Estaba estudiando, quería seguir en la escuela, pero a veces no se puede y empecé a trabajar. Me gustó el volante porque empecé a tener dinero y aquí sigo”, contó Oscar, mientras esperaba su turno de salida en los andenes del mercado Adolfo López Mateos.
Su trayectoria como operador del transporte público es de once años, y señaló que durante ese tiempo ha tomado al menos cuatro cursos de capacitación, los cuales le han servido para brindar un mejor servicio a los usuarios.
Sin embargo, lamentó que nunca falta la persona que está de mal humor y pretende desquitarse con el chofer, aunque dijo que hace caso omiso porque lo que menos quiere es pelear con los pasajeros.
En su actividad diaria, indicó, tiene que lidiar con el tráfico y con las personas que en lugar de utilizar los puentes peatonales cruzan la calle y no toman en cuenta que podrían ocasionar un accidente.
“Me he capacitado para mejorar en el trabajo, pero a veces también tiene que ver con las personas que se atraviesan en la calle y después, si pasa algo, dicen que la culpa es de uno y no de ellos”.