Asegura que no ha recibido reportes sobre su labor
“Mi papá fue rutero por más de 38 años y por él empecé a trabajar aquí. Me decía que no me ponga a pelear con el pasaje, que maneje tranquilo y con el tiempo que me indiquen en la base y así lo hago, y hasta ahorita no he recibido quejas”, afirmó Ángel quien trabaja como operador del transporte público.
Su trayectoria al volante es de siete años, y aunque está a gusto en este trabajo reconoció que es cansado porque tiene que lidiar con el tráfico y a veces con el mal humor de los pasajeros, que se molestan porque refieren que el operador conduce lento y tienen prisa por llegar a su destino.
Sin embargo, aseguró que diariamente pone en práctica los consejos de su padre -quien trabajó por más de 30 años en el transporte público- y le recomendaba evitar entrar en discusión.
Ángel dijo que hasta la fecha no ha recibido malos comentarios con respecto a su trabajo, sino que, al contrario, le han agradecido. Aunque, indicó que tiene conocimiento de que algunas personas se han inconformado por la labor de otros conductores.
“Cuando era niño acompañaba a mi papá a su trabajo y veía que son muchas horas sentado, pero no me importó y me puse a trabajar en la ‘ruta’ porque no me gustó la escuela”.