José Uriel trabaja durante el día como operador del transporte público pero en la noche toma clases en línea para concluir sus estudios de nivel medio superior (bachillerato) a finde de poder ingresar a la universidad.
Dentro de cinco meses -dijo- será su graduación y después continuará con la carrera en robótica, pero también será a distancia, para poder trabajar, pagar sus estudios y mantener a su familia, pues hace dos meses nació su primera hija.
“La ventaja es que las clases son a distancia, empiezan a las diez de la noche y terminan a las once o a veces a las doce, pero a esa hora ya me desocupé. Quiero terminar porque quiero estudiar robótica, algo que siempre me ha gustado”.
José Uriel refirió que hace dos semanas empezó a trabajar como conductor en la línea de transporte “Mariano Matamoros”, gracias a un conocido que lo recomendó.
Afortunadamente -apuntó- tiene experiencia como chofer particular, lo que le ayudó para incursionar en el transporte público.
Afirmó que su labor al volante no es cansada, aunque reconoció que a veces le ocasiona tensión porque deben respetar el tiempo que les indican en la base para no pagar los “minutos quemados”.
“Ser chofer particular y del transporte es la misma responsabilidad, pero en la combi llevamos un tiempo, hacemos paradas continuas y tratamos con el pasajero. Eso a veces hace que sea estresante, pero aquí sigo, porque siempre me ha gustado manejar”.