En los últimos meses ha tomado bastante fuerza la inteligencia artificial y sin darnos cuenta estamos totalmente involucrados, desde las tareas más sencillas de nuestro día a día, hasta algo más complejo como en lo laboral. ChatGPT, Midjourney, Dall-e, Stable Diffusion y Copy IA son las plataformas con mayores avances en este tema y son de uso público.
¿Qué es la inteligencia artificial o IA? Acorde al artículo de la revista Arquine es lo siguiente (cito textualmente):
La inteligencia artificial (IA) es un conjunto de tecnologías y algoritmos que permiten a las máquinas realizar tareas que requieren inteligencia humana, como el razonamiento, la toma de decisiones y el reconocimiento de patrones. Utiliza una combinación de técnicas, como el aprendizaje automático, el procesamiento del lenguaje natural, la visión por computadora y la robótica, para realizar tareas de manera autónoma y mejorar su rendimiento a través de la experiencia y la retroalimentación.
La arquitectura de nuestros tiempos acogió sin precedentes a la IA y a pesar de que la herramienta puede ser de mucho uso y revolucionar la arquitectura como jamás se ha visto, esto también es un problema para los arquitectos.
La inteligencia artificial ayuda a los arquitectos a localizar patrones de diseño con variables casi infinitas a partir de un texto descrito por el autor. Sin embargo, hay limitantes, la IA necesita algoritmos de aprendizaje con millones de datos precisos, aunque a veces es complejo de representar con exactitud lo que el autor necesita, además del poco entendimiento de la IA en el razonamiento humano y los sentimientos que este conlleva, por mencionar: el calor, el frío, el sentido de escala, la sensación de un rayo de luz sobre tu piel, el cobijo de una sombra, el intelecto para diseñar transiciones, el amor, el miedo, la alegría, entre otros.
Mi labor como profesional de la arquitectura me dice que sí es importante utilizar la IA, pero para mejorar la eficiencia en el desarrollo de los edificios, reducir los costos de construcción o dar seguridad en los procesos constructivos y no se debe utilizar la inteligencia artificial para perder la verdadera esencia del arquitecto, que va desde el proceso creativo, más puntual, en lo manual, es decir el croquis, la maqueta y el sentimiento que uno le da a cada proyecto.