Regresó de Estados Unidos y empezó a trabajar como chofer del transporte público.
Para Fernando López, ser chofer del transporte público es una gran responsabilidad, por eso desde hace unos años sólo trabaja de cuatro a cinco días a la semana, pues dijo que está consciente de que si maneja cansado o desvelado podría ocasionar un accidente.
“Hay algunos compañeros que trabajan hasta quince días seguidos o todo el mes y no descansan; entiendo que lo hacen por necesidad o tal vez porque los dueños de los carros no tienen quién les ayude, pero no toman en cuenta que es muy cansado y si uno maneja desvelado puede ocasionar un accidente”.
Considera que debería haber mayor responsabilidad tanto del operador como del permisionario, pues llevan vidas a su cargo.
De su actividad diaria, cuenta que empezó hace diez años, tras regresar de Estados Unidos, país al que emigró al cumplir la mayoría de edad en busca de una mejor calidad de vida.
“Me fui a Estados Unidos, pero regresé por la familia y cuando llegué empecé a trabajar en la combi porque toda mi familia se dedica al transporte. Además, no tenemos estudio y a esto nos dedicaremos hasta que Dios diga”.
Refiere que antes de empezar a trabajar como chofer recibió un curso de capacitación durante cinco días, lo que le ha servido para desempeñar bien su actividad.
A decir del entrevistado, diariamente tiene que lidiar con pasajeros que tuvieron un mal día y pretenden desquitarse con el operador, pero hace caso omiso para no pelear.
Afirma que algunas personas se han quejado porque dicen que conduce lento y que las unidades están en mal estado.