Su papá le recomendaba evitar el estrés durante su jornada laboral
Gabriel Román afirmó que no ha recibido quejas sobre su trabajo como operador del transporte público; sin embargo, para desempeñar bien su labor se ha capacitado al menos en 15 ocasiones.
“Mis primeros días como chofer fueron de nervio y estrés porque no es fácil manejar un camión. Incluso, hubo días en los que di mal el cambio, pero ya es diferente, además me han dado como quince capacitaciones, la mayoría sobre el trato al pasajero y manejo a la defensiva”.
Su trayectoria al volante -indicó- es de diez años, y a lo largo de este tiempo se ha encontrado con todo tipo de personas, desde las que le agradecen por el servicio, hasta los que se molestan por cualquier situación.
Sin embargo, dijo que hace caso omiso a los pasajeros que están de mal humor porque recuerda los consejos de su padre -que también fue operador- y le sugería guardar la calma, pues de por sí manejar causa estrés por el tráfico y cierres de vialidades.
“A veces manejar un camión es de mucho estrés porque si nos agarra el tráfico tenemos que correr y a veces también hay pasajeros que se suben de malas y se quieren desquitar con uno, pero no les hago caso y trato de ser amable como me decía mi papá”.
Aunque Gabriel reconoció que aplicar los descuentos a las personas con credencial del Inapam afecta sus ingresos diarios, señaló que es un derecho que tienen las personas adultas mayores y se tiene que respetar.
Refirió que ha contabilizado hasta 50 personas con credencial del Inapam que abordan la unidad durante el día, pero en ocasiones en un recorrido suben unas 25 personas que pagan cinco pesos.