“Me han dicho ‘vas a llegar a viejo’ y sé que sí, pero seré un viejo que pague su pasaje completo, porque no voy a afectar a otra persona”, expresó Antonio Vivero, quien trabaja como operador del transporte público y sufre el daño que le causa la obligatoriedad de cobrar solo la mitad del pasaje a los adultos mayores.
El entrevistado aseguró que respetar los descuentos a las personas con credencial del Inapam afecta considerablemente sus ingresos diarios, pues en ocasiones deja de recibir hasta 350 pesos.
Dijo que está consciente de que llegará a esa edad, pero aseguró que pagará su pasaje completo como lo hace su padre, que tiene 88 años de edad y no ha tramitado su credencial del Inapam.
“Algunos muestran la credencial y otros no, pero nosotros ya no decimos nada, aunque da coraje. A veces critican mucho a los operadores porque no los levantan, pero lo que no saben es que los que trabajan con barras (contadoras de pasajeros) llegan a la base y les cobran el pasaje completo; ese descuento lo hace el chofer, no el gobierno ni el patrón”.
Aunado a lo anterior, indicó que las vacaciones escolares también le afectan debido a que en esta época la demanda en el servicio de transporte disminuye hasta un 40 por ciento, por lo que hay días en los que llega a su casa con 50 pesos o de plano sin nada.
Por si fuera poco -señaló- ha detectado que diariamente por lo menos dos personas abordan la combi que maneja y no pagan su pasaje, principalmente los que viajan de Tetlama -municipio de Temixco- al centro de Cuernavaca.
“Suben personas que dicen ‘ahorita te pago’ y cuando menos te das cuenta ya se bajaron, pero no podemos hacer nada, porque sería enfrascarse en una discusión o en un pleito que no vale la pena”.
Pese a lo anterior, afirmó que no ha pensado en dejar el volante, porque a sus 53 años de edad difícilmente lo contratarían en alguna empresa.