Empezó manejando pipas de agua y después se cambió al transporte público.
Herminio Medina afirma que desde que era adolescente el volante llamó su atención, por lo que al cumplir la mayoría de edad empezó a trabajar como chofer de pipas y posteriormente se cambió al transporte público, donde se mantiene actualmente.
Gracias a la capacitación que recibió -dijo- hasta la fecha no ha tenido accidentes ni problemas con los pasajeros, aunque sí se ha encontrado con personas que no pagan por el servicio y cuando les hace esta observación aseguran que ya pagaron.
A decir del trabajador del volante, diariamente al menos seis personas viajan gratis, lo que afecta sus ingresos, principalmente durante el receso escolar, debido a que la demanda en el servicio disminuye considerablemente.
De su actividad diaria refirió que es estresante, porque todos los días empieza su jornada a las 4:50 de la mañana y termina alrededor de las diez de la noche, y para llevar más dinero a su casa también trabaja los fines de semana.
“Siempre me han gustado los camiones, antes estaba en las pipas de agua, pero siempre había querido manejar en el transporte público porque aquí también están mis hermanos y unos tíos. Aunque mis papás me decían que estudiara, me gustó más el trabajo y más adelante pienso buscar trabajo en una empresa donde me den el seguro y las prestaciones”.