Luis Enrique, quien trabaja como operador del transporte público, señaló que uno de los problemas que enfrenta en su labor es que el de las personas de la tercera edad que no pagan el pasaje completo pero tampoco muestran su credencial del Inapam, el requisito para recibir el descuento.
Aunque reconoció que esa situación afecta sus ingresos económicos, dijo que prefiere no reclamar, porque algunos se molestan y le dicen "por un peso ya te estás enojando".
Sin embargo, esa acción es significativa para él, porque al día pueden subir hasta 20 personas que piden el descuento, lo que afecta su economía ya que el absorbe la diferencia debido a que pues el dueño del vehículo que maneja pide la “cuenta” completa, además de que tiene que reunir el dinero para comprar el combustible de la combi.
"La mayoría de la gente dice 'sí la tengo, pero no la traigo' y uno no puede decirles algo porque a veces la gente lo toma a mal y luego me dicen 'por un peso ya te estás enojando', pero no saben que a lo mejor ese dinero me hará falta para comprar la gasolina o para completar la cuenta".
El entrevistado afirma que ser chofer del transporte público es una labor estresante, debido a que varios de sus colegas no tienen educación vial, aunado a que los motociclistas no respetan las señales de tránsito e invaden carriles y hay personas que no utilizan los puentes peatonales y cruzan la calle con el riesgo de sufrir un accidente.
"Así como hay gente que se molesta, también hay personas de la tercera edad que son agradecidas porque nos orillamos en las paradas no establecidas para que se puedan bajar sin problema y con calma".