Ricardo García Hernández, quien trabaja desde hace más de 15 años como checador de "rutas", afirmó que se arrepiente de no haber estudiado, porque ahora está consciente de que -por estar en la economía informal- cuando tenga que dejar esta labor no tendrá derecho a una jubilación.
Sin embargo, señaló que no ha pensado dejar esta actividad, porque tiene una familia que depende de él y quiere que sus hijos estudien una profesión para que tengan una mejor calidad de vida.
"Estudié hasta la secundaria y después me puse a trabajar. En su momento no pensé en los estudios porque me gustó más el dinero, pero ahora sí digo que mejor hubiera estudiado, porque aquí trabajamos bajo la lluvia o bajo el sol; no somos como los 'checadores' de paso que pueden trabajar tres o cuatro horas o dejar el trabajo cuando empieza a llover".
Indicó que la mesa directiva de la Ruta en la que labora estableció que por su actividad, cada operador le debe dar una propina de cinco pesos, pero la mayoría de los choferes le dan más de cinco pesos.
A decir del entrevistado, ser checador de "rutas" requiere mucha concentración, porque si se equivoca en los minutos de diferencia que debe llevar cada operador, puede ser acreedor a una multa, que consiste en pagar 120 pesos, el equivalente a tres "minutos quemados".
"Me he equivocado como en cinco ocasiones, pero casi todos los choferes son buena onda y a veces cobran un minuto, otros de plano te dicen que no hay problema y no les tienes que pagar, porque ese dinero sale de la bolsa de uno".