Desde hace cinco años, Gabriel conduce una unidad del transporte público luego de que se vio obligado a dejar el taxi porque en ocasiones con mucho esfuerzo apenas reunía el dinero para entregar la “cuenta” a su patrón.
Aunque como chofer de taxi tenía la oportunidad de disponer de su horario, lo que en la “ruta” no puede, señaló que la ventaja es que obtiene mejores ingresos.
“El taxi es menos estresante porque puedes tomar varios descansos y platicar un rato con los compañeros, y en la combi entras a las seis de la mañana y no te detienes hasta que terminas el turno, que es como a las ocho de la noche”.
Además, refirió que como chofer de taxi gastaba más combustible porque tenía que realizar varios recorridos para buscar pasajeros, pues al estar estacionado no le llegaba la clientela.
“Me gustaba estar en el taxi, pero ya no era negocio y a veces no se juntaba el dinero. Por eso me cambié a la combi, aunque aquí te encuentras con gente enojona que te grita o se queja de todo, pero también hay otros que te agradecen”.
Afortunadamente -indicó- tiene la posibilidad de descansar hasta dos días por semana, pues su patrón está consciente de que conducir cansado podría ocasionar un accidente.