Juan Antonio, quien trabaja como operador del transporte público, señaló que hay días en los que traslada hasta 40 personas con credencial del Inapam, lo que afecta considerablemente sus ingresos económicos, porque deja de recibir hasta 300 pesos.
Pese a esa situación, afirmó que no ha pensado dejar este oficio, porque es a lo que se dedica desde hace 20 años, además de que difícilmente podría encontrar otro trabajo.
Comentó que en su actividad diaria se ha encontrado con personas amables que le agradecen por el servicio, aunque también hay quienes se molestan por cualquier situación y hasta “le recuerdan a la mamá".
Refirió que el principal problema que enfrenta en su trabajo es con las personas de la tercera edad, ya que pretenden pagar cinco pesos del mercado Adolfo López Mateos hasta Temixco, cuando -con el descuento- son seis pesos con cincuenta centavos.
Indicó que algunas personas se aprovechan cuando la combi está llena para no pagar, pero prefiere no alegar, pues podrían reportarlo con su patrón y sería acreedor a un castigo.
"Me gusta este trabajo, por eso sigo aquí. Mi familia también me ha dicho que lo deje, me dicen que ya no trabaje, pero me gusta manejar y además necesito dinero para los gastos de la casa; tengo esa responsabilidad".
El entrevistado dijo que, en su opinión, hace falta crear un sindicato y la unión entre las diferentes organizaciones para que tengan derecho a algunos beneficios, como seguridad social y prestaciones.