“Tengo una carrera técnica de agropecuario-ganadero, pero siempre me ha llamado la atención el volante y cuando terminé mis estudios busqué trabajo de chofer, porque mi deseo es poder manejar un tráiler”, relató Dylan Rodríguez Salgado, quien hace un año empezó a trabajar como operador del transporte público, porque desea adquirir experiencia para que dentro de unos años pueda manejar otro tipo de camiones.
Desde hace un mes, Dylan conduce una unidad de la Ruta 17 y asegura que ha sido una labor difícil, pues trabajan jornadas de más de 15 horas diarias y desde temprano tienen la presión de reunir el dinero para entregar la cuenta y para el combustible.
Asegura que su familia no está a gusto con la labor que realiza y en varias ocasiones sus parientes le han sugerido buscar un trabajo relacionado a su carrera; sin embargo, dijo que no ha pensado dejar este oficio, porque le gusta ser chofer.
Aunque Dylan ha vivido malas experiencias con algunos pasajeros, que le han hablado con palabras altisonantes y hasta le han arrojado objetos con el argumento de que conduce rápido, señaló que hace caso omiso a esas actitudes de los usuarios, porque está consciente de que gracias al pasaje puede llevar dinero a su casa.
“Hay gente amable y otros no tanto. Hay unos que piensan que es fácil ser chofer y hasta te dicen groserías, pero no contesto porque sé que de ellos comemos. Algunos me han aventado piedras o botellas, porque piensan que uno va rápido y lo que no saben es que manejamos tiempos que nos indican en la base”.