Comparte la combi de la empresa “Mariano Matamoros” con un compañero
Gerónimo señaló que trabaja sólo de tres a cuatro días a la semana porque comparte la combi de la empresa de transporte “Mariano Matamoros” con un colega y, además, porque está consciente de que manejar cansado podría ocasionar un accidente.
Su trayectoria al volante es de diez años, y afirmó que ser chofer del transporte público es una labor difícil y estresante, pues su jornada empieza antes de que salga el sol y concluye al anochecer.
Además, aseguró, en ocasiones llega a su casa en ceros, ya que entrega una cuenta de mil pesos y 900 para el combustible, aunque a veces también hay días buenos en los que sus ingresos son de hasta 500 pesos.
“Manejar es bonito, sólo que es un poco pesado y no tenemos un pago fijo, y a veces te llevas algo o nada, pero me gusta porque tengo tiempo para estar con la familia”.
Gerónimo incursionó en el transporte público como checador, y con el paso de los años aprendió a manejar las unidades.
Al hacer una comparación de ambas actividades, señaló que es más fácil registrar el tiempo de diferencia que llevan los operadores, pues el volante es una gran responsabilidad.
Lamentó que por estar en la informalidad no tiene derecho a seguro social ni prestaciones y cuando se enferma los gastos corren por su cuenta.
“Lo que nos afecta mucho son los descuentos con credencial del Inapam, porque hay muchas personas que pagan cinco pesos y a veces son hasta 300 pesos lo que uno deja de recibir, además, hay otros que agarran la mala costumbre de no pagar”.