Juan Carlos agradece que por su trabajo en el transporte pudo construir su casa y dar estudios a sus hijos.
Juan Carlos García trabaja como operador del transporte público, y aunque reconoció que es una labor cansada por las largas jornadas que dedican diariamente, agradeció que con este oficio logró construir su patrimonio y sus hijos son profesionistas.
Señaló que su trayectoria al volante es de 30 años, y aunque ya se siente cansado no ha pensado dejar el volante, pues tiene la responsabilidad de los gastos de su casa.
“Ser chofer es un trabajo cansado y también estresante, pero gracias a Dios de aquí pude construir mi casa y sacar adelante a mis hijos; ahora son profesionistas y eso me llena de orgullo porque ya son independientes".
Hace 30 años, indicó, el transporte público sí era negocio, pues había más ingresos económicos porque eran pocas unidades en circulación; sin embargo, actualmente el dinero apenas alcanza para comer, debido a que la demanda en el servicio de transporte público ha disminuido.
Dijo que en ocasiones llega a su casa con cien pesos, ya que todos los días debe reunir el dinero para el combustible.
El entrevistado aseguró que no ha recibido quejas de los pasajeros, porque todos los días trata de ofrecer un buen servicio y aunque hay personas que se molestan por cualquier situación, dijo que hace caso omiso, ya que si lo reportan con su patrón podría ser acreedor a una sanción con días de trabajo de descanso, sin goce de sueldo.