Una de las principales herramientas del escritor es el estudio. Es una actividad inherente al oficio. Hay muchas formas de hacerlo, por ejemplo, aquello de La Escuela de la Vida, lo que para mí significa observar mi realidad, interesarme en mi época, encontrar vínculos entre diferentes elementos, abrevar del conocimiento popular.
Hay estudios informales y formales. Entre los informales están los autodidactas, las asesorías y los talleres libres, entre otros. Informal porque no necesariamente habrá un certificado o registro del estudio, pero también porque suelen incluir metodologías libres, lo que en muchos casos beneficia la enseñanza-aprendizaje.
Ser autodidacta es importante porque tiene que ver con que busco conocer de aquello que me interesa. Creo que casi todos lo somos, porque cuando algo nos llama la atención buscamos enterarnos más de eso, poco o mucho, en redes sociales, internet, libros, revistas o preguntándole a alguien sobre el tema.
El punto es no quedarnos con las ganas de saber. Se puede hacer una escala del estudio autodidacta, de menor a mayor, pero sería ocioso, ya que esto depende de los intereses personales y cada persona es distinta. A una mujer quizás le interesan pocos temas, pero a otra le pueden interesar muchísimos temas y con base ello cada una realizará su estudio.
Ahora que lo pienso, hay otro estudio autodidacta que no depende de los intereses sino de las necesidades. Por ejemplo, cuando vas a hacer un arreglo en tu casa y no sabes cómo, buscas la información necesaria para lograrlo; una vez que lo termines habrás sumado a tu experiencia teoría y práctica en algo nuevo, que, aunque nimio, será de tu beneficio.
En el trabajo también hay un estudio constante, de reglamentos, procesos, metodologías, herramientas, grupos de trabajo, productos, atención al cliente o lo que sea. Desde un comerciante en vía pública, que estudia los nuevos productos chinos que llegan al mercado y que debe enseñar a los clientes, hasta el más alto empresario que quiere diversificar sus inversiones millonarias.
¿Por qué seguir estudiando? Porque sí y punto, sería lo más claro, pero daré dos respuestas más. Primero, estudiar para seguir viviendo, compartiendo, sumando experiencias en la vida; no es obligatorio estudiar, pero qué divertido e interesante es.
Otro punto es: si ya tienes el conocimiento, ¿por qué no obtienes el grado? Aquellas personas que han desarrollado un oficio en cualquier área y que lo ejercen profesionalmente tienen un bagaje especial, amplio sobre su materia; luego, si ya tienen el conocimiento suficiente, solo les falta el documento que les dé un nuevo grado. Y eso pueden obtenerlo con un proceso adicional de estudio. ¿Requiere un esfuerzo extra? Claro, pero menos que si comenzaras algo desde cero.
Muchos se limitan o abandonan sus estudios formales, por causas no académicas; no porque reprueben o no entiendan, sino por falta de autoestima (no soy suficiente), por autoexigencia (si no es perfecto, no lo haré), por estados depresivos (no puedo estudiar con esta tristeza), por conflictos familiares (duelos, herencias), por enfermedad, por violencia. Es penoso que sea así, pero en muchos casos puede retomarse el estudio y obtener sus beneficios.
Si ves la posibilidad de hacerlo, hazlo, siempre se requiere que en los momentos álgidos o complicados se haga un esfuerzo mayor y también cierta valentía; pero la vida es riesgo, así que no te detengas.
La educación en México sigue siendo un privilegio; inténtalo, porque, además, sí, con graduarte alcanzarás uno o más privilegios, que te darán otros beneficios, como prestigio social (aguas con el ego), satisfacción personal, mayor autoestima, mejores opciones de trabajo y, de forma especial, la posibilidad de tener un mejor ingreso, es decir, trabajo mejor pagado, más dinero por lo que ya haces.
Volviendo al oficio de escritor. ¿Qué estudiar? Las áreas más cercanas —por su campo semántico— son literatura, historia, filosofía, estética, lingüística, antropología, estudios culturales, pero puedes estudiar lo que desees.
¿Dónde y cómo estudiar? Hay licenciaturas, diplomados y posgrados diversos, presenciales y on line. Si ya tienes licenciatura, te recomiendo un posgrado con beca (un privilegio más), pero también aconsejo estudiar lo que quieras, aunque pagues, siempre y cuando no sea demasiado. Elige una institución lo más cerca de tu casa o todo en la web. Estudia, disfruta, es posible, a pesar del capitalismo, la crisis, el gobierno, el machismo, las condiciones económicas y las batallas internas. Gracias.
#danielzetinaescritor #unescritorenproblemas #literaturayestudio