No pudo estudiar por falta de recursos económicos.
Aunque desde hace once años Idilberto Flores trabaja como operador del transporte público, señaló que su sueño era ser arquitecto, pero por falta de recursos económicos sólo terminó sus estudios de nivel básico.
"Ya no quise estudiar, porque somos seis hermanos y mis papás no pudieron darnos más, y sólo llegamos a la secundaria. Yo quería ser arquitecto; me gustaba ver cómo construyen las casas, pero no se pudo y aquí andamos".
Comentó que ser chofer de "rutas" es una labor cansada, porque trabajan jornadas de hasta 15 horas diarias, pero la ventaja es que todos los días llega a su casa con dinero, por lo menos 200 pesos.
"Ahorita ya tengo familia y por el tipo de trabajo ya no pudo estudiar, porque ser chofer te quita todo el día. Hay que estar temprano en la base y a veces vamos llegando a la casa a las 10 de la noche, y los fines de semana hay que descansar para no manejar cansado y provocar un accidente".
Afirmó que de su actividad diaria no ha recibido quejas de los pasajeros, pues diariamente trata de ser amable.
Idilberto reconoció que hace falta el seguro social y prestaciones de ley; sin embargo, refirió que está a gusto en este oficio y, además, cerca de su domicilio.
"Me siento bien aquí en la 'ruta' y seguiré aquí hasta que Dios quiera y el cuerpo aguante, porque aunque hay días flojos, también hay días buenos, pero para los jóvenes es mejor que estudien porque son muchas horas de trabajo".