El 30 de enero pasado, durante una transmisión de una entrevista con César Bono y Memo del Bosque, por YouTube, el actor dijo que en Estados Unidos nuestros paisanos no miran cine actualmente; por ejemplo, las películas en las cuales actúan Luis de Alba, Alfonso Zayas o “El Caballo” Rojas, entre otros (https://www.youtube.com/watch?v=izzEuDhsOc4&t=1480s).
A lo que se refería César Bono es al cine de ficheras o cine de sexicomedias, que comenzó en 1975 con las películas “Bellas de noche” y “Tívoli”, y concluyó al final de la década de 1980, prolongándose más allá de los años ochenta, siendo llamado “sexicomedia”.
Fue, de acuerdo con los críticos, la peor fase de la cinematografía mexicana. La mayoría de las producciones se basaban en la comedia erótica, y sus guiones simples, pornográficos, ridículos y machistas denigraban, sexualizaban y violentaban excesivamente a las mujeres.
El Festival Internacional de Cine de Morelia la clasificó como una etapa de crisis en el cine, catalogando a sus cintas como demasiado malas para ser tomadas en serio.
Actores de esas épocas cuentan que se filmaba una película por semana, y en los repartos se incluía a mujeres voluptuosas que no sabían actuar y ni siquiera hablar bien, como Lina Santos, a quien tuvieron que doblar porque apenas conocía el idioma español.
Las estrellas eran Sasha Montenegro, Angélica Chaín, Lin May y Rossy Mendoza, entre otras, y los galanes, Jorge Rivero y Andrés García, al lado de “los feos” como Alfonso Zayas, Lalo el Mimo, Luis de Alba, Rafael Inclán, Alberto Rojas “El Caballo”, “Tun Tun”, etcétera.
Junto a esta cantidad bárbara de producciones que sirvieron para distraer o entretener al público, en esa época también destacaron varios largometrajes que fueron producidos con respaldo del gobierno; en teoría, con una idea más artística y social, y con la línea de reflejar una realidad del México actual.
Todas estas cintas recibieron premios nacionales y algunas internacionales, y al día de hoy se consideran dentro del cine de culto.
Antes de hacer una brevísima reseña de estos filmes, señalaremos que estos largometrajes corresponden a la política cinematográfica que privó durante la administración de Luis Echeverría Álvarez.
Su hermano, Rodolfo Echeverría, quien fue un actor de cine, teatro, fundador del Teatro Universitario y había ocupado algunos puestos políticos y funciones relacionadas con el séptimo arte, fue ratificado en la dirección del Banco Nacional Cinematográfico, órgano especializado en el financiamiento de cintas mexicanas por medio de créditos, por invitación del entonces presidente, Gustavo Díaz Ordaz; asimismo Luis Echeverría lo ratificó en el puesto para su sexenio.
Con él, hubo inyección de recursos económicos, control sobre la producción, distribución y exhibición, y una marcada línea por hacer cine de corte crítico y social.
El sexenio siguiente, de José López Portillo, de 1976 a 1982, con su hermana Margarita López Portillo y Pacheco, al frente de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía, “hizo pomada” el proyecto que lo antecedió y el cine mexicano que le tocó.
Así, los nuevos creadores de cine se enfocaron en reflejar la realidad del país, sin intentar agradar siempre al público y, sobre todo, sin salir de la retórica oficial.
De este periodo destacan las cintas que enseguida se reseñarán de una manera breve, con la idea de que atraigan a los migrantes y no se les encasille sólo en los llamados “churros” del cine de ficheras y el de sexicomedias.
“Mecánica nacional” es una película de 1972, dirigida por Luis Alcoriza y protagonizada por Manolo Fábregas (Eufemio), Lucha Villa (Chabela), Héctor Suárez (Gregorio), Sara García (doña Lolita) y Alma Muriel (Charito).
La película relata la anécdota de un mecánico, su familia y amigos que van a presenciar el final de una carrera de autos.
Personajes como la abuela abnegada, el padre machista, la hija moderna y el valentón, entre otros, son mostrados con ironía y un mordaz sentido del humor.
El resultado es un mural en movimiento acerca de las actitudes, conductas y emociones en el México de principios de los años 70 que, sin embargo, sigue más actual que nunca.
“El castillo de la pureza” es una película de 1972, dirigida por Arturo Ripstein y protagonizada por Claudio Brook (Daniel Lima), Rita Macedo (Beatriz), Diana Bracho (Utopía), Arturo Beristáin (Porvenir) y Gladys Bermejo (Voluntad).
En una vieja casona, el fabricante de raticidas Gabriel vive con su esposa y sus hijos, dos adolescentes y una niña. Él se encarga de la educación severa de la familia, la cual lo auxilia en la manufactura del veneno. Pero mientras Gabriel sale a las calles, su familia ha permanecido confinada durante dieciocho años.
A diferencia de la figura paterna dibujada por el melodrama fílmico de los años cuarenta, Arturo Ripstein parte de espeluznantes hechos reales para describir con minucia y rigor la patología machista autoritaria.
“Reed, México Insurgente” es una película de 1970, dirigida por Paul Leduc y protagonizada por Claudio Obregón (John Reed), Eduardo López Rojas (general Tomás Urbina), Ernesto Gómez Cruz (capitán Pablo Seáñez), Juan Ángel Martínez (teniente Julián Reyes), Carlos Castañón (Fidencio Soto) y Víctor Fosado (Isidro Anaya), entre otros.
La novela en la que se basa la película narra las experiencias que tuvo el periodista estadounidense John Reed, quien en 1913 viajó a México, atraído por los acontecimientos de la Revolución Mexicana. Logró contactar al general Tomás Urbina, miembro de la División del Norte de Pancho Villa, y después de convivir por más de un año y medio con las tropas villistas, Reed, quien tenía ideas de izquierda y había viajado como mero espectador, finalmente se involucró en el conflicto bélico.
“Fe, esperanza y caridad”, de 1972, fue dirigida por Luis Alcoriza, Alberto Bojórquez y Jorge Fons y protagonizada por Fabiola Falcón (Teresa / "Fe"), Armando Silvestre (Artemio / "Fe"), David Silva (Melitón / “Fe"), Lilia Prado (Enfermera / "Esperanza"), Anita Blanch (Doña Lolita / “Esperanza”), Milton Rodríguez (Gabino / "Esperanza”), Katy Jurado (Eulogia / "Caridad"), Sara García (Anciana / "Caridad") y Pancho Córdova (Jacobo / "Caridad).
Es uno de los trípticos más importantes del cine mexicano. Fe, esperanza y caridad cuenta la historia de tres personajes: Regina, Gabino y Eulogia, quienes son violentados, discriminados y traicionados por vivir en la pobreza, mostrando el tejido social profundamente descompuesto de un país que predica cientos de virtudes religiosas y morales, mientras segrega y margina a la población.
“El cambio” es una cinta de 1971, dirigida por Alfredo Joskowicz, con Héctor Bonilla, Sergio Jiménez, Ofelia Medina, Sofía Joskowicz, Héctor Andremar y Alfredo Rosas
Se trata de una obra de ficción que encara los acontecimientos dramáticos de 1968. Dos jóvenes dejan la vida de la ciudad por la simpleza de la vida en provincia. Desafortunadamente, el lago al lado del cual van a vivir está siendo contaminado por una fábrica local. Después de que una de sus novias se enferma con el agua del lago, ellos descubren que las autoridades no les van a brindar ayuda.
“La otra virginidad”, de 1975, dirigida por Juan Manuel Torres, tiene como protagonistas a Valentín Trujillo, Mercedes Carreño, Leticia Perdigón, Arturo Beristáin, Rita Macedo, Eduardo Noriega, Patricia Reyes Spíndola y Margarita Isabel.
Laura y Eva, meseras en un restaurante se relacionan con Adrián, un repartidor de películas cuyo padre, un militar retirado, lo trata con dureza mientras que a Luis, amigo de Adrián -que vive temporalmente en la casa-, lo trata con afecto. Adrián y Luis van a un cabaret con las meseras; ahí, Laura se enamora del tímido Luis y Eva se entrega a Adrián. Poco después, Eva queda embarazada y decide abortar. Por otro lado, a través de una revista de anuncios, tres viejos se divierten citando a mujeres solas en una cafetería y apostando cuánto tiempo esperarán.
“Canoa” es un largometraje de 1975, lo dirigió Felipe Cazals y contó con las actuaciones de Enrique Lucero (El señor cura), Salvador Sánchez (El testigo), Ernesto Gómez Cruz (Lucas García), Roberto Sosa (Julián González Baez), Arturo Alegro (Ramón Calvario Gutiérrez), siendo el productor Roberto Lozoya y la productora, Conacite Uno y S.T.P.C.
Está basada en hechos reales, sucedidos en México en septiembre de 1968. Cinco jóvenes empleados de la Universidad Autónoma de Puebla intentan escalar el volcán La Malinche pero, debido al mal tiempo, no tienen éxito y se ven obligados a refugiarse en un pueblo cercano llamado San Miguel Canoa, en Puebla. A causa de la paranoia de los habitantes, incentivada por el párroco local que aseguraba que los comunistas vendrían a matarlo, el pueblo decide tomar cartas en el asunto y comienzan a organizar un linchamiento.
“La pasión según Berenice” es una cinta de 1976, dirigida por Jaime Humberto Hermosillo, con Pedro Armendáriz Jr. (Rodrigo), Martha Navarro (Berenice), Emma Roldán (Doña Josefina), Blanca Torres (Merceditas), Manuel Ojeda (José) y Magnolia Rivas (Cuquita Andrade).
En Aguascalientes, la enigmática y atractiva viuda Berenice vive con su anciana madrina Josefina, dedicada a la usura. La llegada de Rodrigo, el hijo del fallecido médico de cabecera de la anciana, quien es cautivado por la misteriosa personalidad de Berenice, dará inicio a un complicado juego pasional. Esta película, que consolidó la carrera de Jaime Humberto Hermosillo, fue presentada en la Muestra Internacional de Cine de 1976.
“El apando” es un largometraje de 1976, dirigida por Felipe Cazals y protagonizada por Salvador Sánchez, José Carlos Ruiz, Manuel Ojeda, María Rojo, Delia Casanova, Luz Cortázar y Álvaro Carcaño, entre otros.
Los presos Polonio y Albino permanecen encerrados en un apando, celda de castigo del penal de Lecumberri, en compañía de un reo más, apodado “El Carajo”, de repelente aspecto y sórdido comportamiento. Enganchados en la droga y víctimas de la corrupción del lugar, sólo tienen en Meche, La Chata y la madre de “El Carajo” la oportunidad para conseguirla. Sin embargo, Meche y La Chata se amotinan un día de visita familiar, con trágicas consecuencias.
“Matinée” es una cinta de 1977, dirigida por Jaime Humberto Hermosillo, con el siguiente reparto: Héctor Bonilla, Manuel Ojeda, Rodolfo Chávez Martínez, Armando Martin Martínez, Narciso Busquets, Marilú Elízaga, Farnesio de Bernal, César Bono, Ernesto Banuelos, Evangelina Martínez, Emma Roldán, Fernando Pinkus y María Barber.
Aarón y Jorge son compañeros de escuela. Cantan los himnos patrióticos y recitan los pecados capitales y las virtudes que los combaten con ejemplar mecanicismo. Una tarde se fugan del colegio para ir al cine, pero la matinée es frustrada por el vigilante de la sala, ese enemigo del pueblo. Los carteles anuncian las aventuras technicolor que no podrán ver: Robinson Crusoe y Vendaval en Jamaica. Pero a película prohibida, película vivida. Los chicos elaboran un plan para pasar las vacaciones: Aarón viajará de polizón en el tráiler de mudanzas del padre de su amigo, que parte con destino a Ciudad de México. Ya en la ruta, todo cambia de rumbo cuando se apodera del vehículo una banda de ladrones. Algunos de sus nombres: Virgilio, Aquiles, Rolando. Entonces, la aventura adeudada por la sala es compensada por la que regalan las calles.
Al lado del cine de ficheras y comedia erótica, hay otro tipo de cine de esa época que, al menos en la teoría, no evade la realidad, no distrae al espectador y le propone una lectura, cruda a veces, pero jamás enajenante. Cada quien escoge.