Germán dejó su anterior trabajo y optó por el transporte.
Germán Humberto tiene estudios de nivel medio superior, y hasta hace tres años trabajaba como supervisor en una fábrica de textil, pero renunció porque le comentaron que obtiene mejores ingresos económicos como operador del transporte público.
"Tengo la preparatoria, pero en ocasiones un oficio deja más dinero que trabajar en una empresa; además, como chofer obtienes dinero a diario y si te administras bien no necesitas una jubilación", dijo.
Sin embargo, señaló que en vacaciones escolares la demanda del servicio disminuye considerablemente, al grado de que con mucho esfuerzo reúne el dinero para entregar la cuenta a su patrón.
Dijo que su jornada laboral es de alrededor de 15 horas diarias, y en ocasiones sólo obtiene 300 pesos libres. Sin embargo, no ha pensado en dejar el volante porque no le gusta el trabajo de oficina.
"Es bonito ser chofer y una gran responsabilidad, porque llevamos la vida de los pasajeros. Hay personas que se quejan del transporte público, pero del trato que doy nadie se ha quejado".
Germán comentó que heredó este oficio de su papá, quien también fue chofer de "rutas" hace más de 30 años. Dijo que no quiso continuar en la universidad, pues sabía que quería seguir los pasos de su padre.
"Mi papá decía que tenemos que cuidar al peatón, manejar con cuidado y estar al pendiente del volante, porque con un mal movimiento puedes ocasionar un accidente".