Dentro de unos meses dejará el volante
Daniel García es la segunda generación en su familia que se dedica al transporte público, sin embargo, afirmó que dentro de unos meses dejará el volante, porque ya no es redituable.
Aprendió este oficio gracias a su padre, quien por más de diez años fue chofer de “rutas”. Su progenitor, refirió, le aconsejaba conducir con precaución para evitar tener accidentes.
Sin embargo, afirmó que dejará este oficio, ya que desde hace unos años la demanda en el servicio de transporte disminuyó considerablemente, pues cada día hay más unidades en circulación y también enfrentan la competencia de las aplicaciones como Uber y Didi.
A decir del entrevistado, en vacaciones escolares sus ingresos económicos bajan hasta un 40 por ciento, y en ocasiones, con mucho esfuerzo, reúne el dinero para la gasolina y la cuenta, aunque llega a su casa con cien pesos.
“Se entrega una cuenta de mil 700 pesos diarios y en vacaciones la bajan 300 pesos o 400, según el patrón, pero si un día no se entrega completa, algunos patrones te anotan y al otro día tienes que entregar el restante del día anterior, y otros te dicen que no hay problema”.
Para Daniel ser chofer de “rutas” es una labor cansada y estresante, ya que diariamente trabajan jornadas de hasta 16 horas y tienen que lidiar no sólo con el tráfico, sino con personas que están de mal humor y pretenden desquitarse con el operador.
Además, aseguró que respetar descuentos a las personas con credencial del Inapam afecta sus ingresos económicos. Sin embargo, tiene que prestarles el servicio, pues de lo contrario, lo pueden reportar ante la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT) y podría perder su licencia.
“La gente tiene la creencia de que el gobierno paga los descuentos y la realidad es que no, el permisionario te pide una cuenta y te dice: ¿‘sabes que? la cuenta es tanto, y la gasolina también, por eso las rutas que traen contadores de barras no levantan a los de la tercera edad porque le afecta al operador, es el chofer el que hace ese descuento y no el gobierno ni el patrón”.