Con pruebas rápidas, el ISSSTE promueve diagnóstico oportuno de hepatitis B y C.

El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) hizo un llamado a la población para detectar de manera temprana hepatitis B y C, que son causantes de cirrosis hepática y cáncer de hígado. 

La institución puso en marcha una estrategia para detectar este padecimiento a través de pruebas rápidas, que se aplican en unidades médicas de primer nivel de atención, que en sus primeros resultados logró diagnosticar a derechohabientes asintomáticos, que en algunos casos tenían con el problema más de 15 años, sin saberlo.

En el estado de Morelos, el ISSSTE cuenta con 26 unidades médicas distribuidas en diferentes municipios, según el directorio general.

En el marco del Día Mundial contra la Hepatitis, que se conmemora todos los 28 de julio, la institución refirió que las y los pacientes que resultan positivos en esta prueba, aproximadamente en dos semanas ya están recibiendo atención.

“El ISSSTE, al formar parte del Programa Nacional de Eliminación de la Hepatitis C del Gobierno de México, está comprometido a brindar acceso a pruebas rápidas para detección, ya que entre 15 y 30 por ciento de quienes desarrollan cirrosis tuvieron como factor de riesgo la presencia de esta condición médica, mientras que entre 11 y 19 por ciento desarrollan hepatocarcinoma”, se lee en el comunicado.

Las pruebas diagnósticas que se realizan en las clínicas son específicas para cada tipo, por lo que se utilizan anticuerpos, ya sea para hepatitis A, B, o C, con una serie de marcadores que, en combinación, indican si la infección es reciente o crónica.

Según la dependencia, la hepatitis tipo A se cura con reposo; mientras que la tipo B requiere tratamiento farmacológico; sin embargo, el 10 por ciento puede convertirse en crónica y requerirá atención especializada. En promedio, 25 por ciento de pacientes con hepatitis B crónica sin tratamiento fallecen por complicaciones de cirrosis, por lo que es importante diagnosticar en etapas tempranas.

En cuanto a la hepatitis tipo C se puede curar si se detecta a tiempo, pero las personas que se encuentran en estado avanzado e incluso que ya han desarrollado cirrosis, pueden acceder en el ISSSTE a procedimientos especializados que mejoren su calidad de vida.

En cuanto a las señales de alarma, refirieron que Inicialmente, la hepatitis tipo A puede ser asintomática; posteriormente causa náuseas, vómito, dolor de cabeza, abdominal, fiebre, escalofríos y, a veces, coloración amarillenta en piel y ojos, mientras que las hepatitis tipo B, C y D —cuyo curso es mayormente crónico— pueden desarrollar signos después de años.