Las ciudades, me atrevo a decir, han sido uno de los mejores inventos que ha desarrollado el hombre, sin embargo, son la principal causa del cambio climático, y por esto último debemos tomar decisiones que impliquen retrasar el avance del cambio climático.
En las últimas décadas el termino urbanismo biofílico ha resonado gracias a la importancia y al impacto que tiene esta estrategia sobre las ciudades y la arquitectura que, por ende, impactan directamente a las personas.
El urbanismo biofílico se refiere a la planificación y diseño de ciudades y espacios urbanos que promuevan la conexión y el bienestar de las personas con la naturaleza y su entorno. Esta estrategia busca integrar elementos naturales en los entornos construidos para mejorar la salud, la productividad y la calidad de vida de los habitantes.
Los principios se fundamentan, principalmente, en los siguientes puntos:
- Conexión con la naturaleza.
- Estimulación sensorial.
- Patrones naturales.
- Acceso a la naturaleza.
- Salud y bienestar.
En términos simplistas podríamos decir que el urbanismo biofílico es la ciudad que prioriza su construcción y desarrollo a partir de la conexión directa con la naturaleza. Los ejemplos más significativos son:
- Los espacios públicos verdes.
- Las edificaciones biofílicas, es decir que conviven directamente con la naturaleza y su entorno.
- Infraestructura integral con baja huella de carbono.
- Proyectos innovadores, iniciativas como GrowGreen, que busca integrar la naturaleza en las ciudades para mejorar la salud y el bienestar de los habitantes.
Tener ciudades que tengan un impacto directo sobre nosotros nos ayuda a mejorar significativamente la salud. En nuestros trabajos podemos ser más productivos y, por supuesto, a escala urbana, el desarrollo sostenible que contribuye a reducir la huella ecológica y promueve la biodiversidad.