Efrén se queja por las malas condiciones de las calles.
Desde hace ocho meses, Efrén trabaja como operador del transporte público, y aunque reconoce que es una labor demandante, afirmó que no ha pensado dejarlo porque tiene dos hijos que dependen de él y uno que está en camino.
De oficio es albañil, pero al concluir la obra en la que fue contratado hace más de un año, no encontró trabajo en la construcción, y comenzó a laborar como chofer del transporte público.
Actualmente conduce una combi de la empresa de transporte "Intermunicipales", y señaló que es una actividad cansada y a veces estresante, principalmente cuando hay tráfico y tiene que llegar a tiempo con el checador para evitar pagar "minutos quemados", pues en ocasiones deja recibir hasta 150 pesos al día por ese concepto.
Aunado a lo anterior, dijo que al igual que a sus colegas, le afecta respetar los descuentos a las personas con credencial del Inapam, ya que en ocasiones en un sólo día suben más de diez pasajeros de la tercera edad y el operador tiene que entregar la cuenta completa a su patrón.
Además, comentó que es una labor cansada, porque su jornada laboral empieza a las cinco de la mañana y termina entre las nueve y 10 de la noche.
"Lo que también afecta al transporte son las malas condiciones de las calles, ya que tantos baches descomponen los carros y casi todas las calles están iguales; nosotros vemos más afectaciones en Chipitlán", detalló el trabajador del volante.