Cada año, en la Ciudad de México se celebra el congreso internacional de arquitectura y ciudad llamado Mextrópoli, un congreso organizado por la aclamada revista de arquitectura y ciudad Arquine. Cada celebración plantea una problemática social y urbana que da pauta a la reflexión. Este año Mextrópoli puso sobre la mesa el tema “Reparar la ciudad”, a una necesidad de sanar el mundo roto y “reparar” nuestras ciudades. Reparar debería ser la recomendación, si cabe obligatoria, de la arquitectura hoy (Mextrópoli, 2024). El congreso tuvo lugar del 20 al 23 de septiembre del año en curso en la Ciudad de México.
Sin embargo, el titulo de este artículo toma prestado el nombre de una exposición montada en Mextrópoli 2024 en la sede del Colegio de San Ildefonso. En esta exposición tuvimos una pequeña participación derivada del Concurso Internacional para la reconstrucción de Acapulco, después de los eventos naturales que destrozaron la ciudad portuaria de Guerrero. El concurso planteaba un plan de reconstrucción urbana que abordaba diferentes temas como el urbanismo resiliente, tema que fue nuestro eje rector en nuestra propuesta. Al final del concurso el jurado nos dio el primer lugar en la categoría de urbanismo resiliente.
En el día inaugural de Mextrópoli, 19 de septiembre de 2024, se montó la exposición Laboratorio Acapulco, que, acorde a palabras de los organizadores, el Laboratorio Acapulco invita a una reflexión colectiva. Se trata de una iniciativa impulsada por el Colegio de San Ildefonso y el Mextrópoli que se dedica a “entender nuestras políticas y prácticas para reparar nuestros territorios”. El proyecto ha sido gracias al acompañamiento y la participación del H. Ayuntamiento de Acapulco de Juárez; de los participantes del Concurso de Ideas Nacional e Internacional. Para construir el Futuro de Acapulco de la convocatoria Resignificar Acapulco, impulsada por la comunidad artística del puerto; y de las aportaciones académicas de la Facultad de Arquitectura y del Grupo Nuevo Curso de Desarrollo de la UNAM.
Sin más que agregar, los invito a reflexionar sobre lo importante que es repensar y reparar la ciudad a través de pequeñas intervenciones, pensamientos y diálogos que abran camino a mejores ciudades y, por supuesto, a mejorar la calidad de vida, porque todos tenemos derecho a la ciudad.