Alejandro sólo presta el servicio en algunas colonias de Cuernavaca y Jiutepec.
Desde hace un año, José Alejandro Valdés Hernández realiza su último servicio de taxi a las tres de la tarde, como una medida de seguridad. Además, evita prestar el servicio a grupos de varones que -desde su punto de vista- son sospechosos y podrían asaltarlo.
Alejandro no ingresa a colonias como Alta Vista, Carolina, la Estación y Antonio Barona, en Cuernavaca, por su mala fama de ser zonas inseguras, ante los hechos violentos que se han registrado en los últimos años.
Su jornada inicia alrededor de las cinco de la mañana y termina a las tres de la tarde; sólo presta el servicio en colonias de Cuernavaca y Jiutepec y da prioridad a familias y mujeres.
"Tratamos de no trabajar tan noche y cuidarnos por la inseguridad, trato de trabajar entre diez y doce horas durante el día y a las tres de la tarde ya terminé mi jornada, pero empiezo a las cinco de la mañana".
En ese horario, indicó, su meta es reunir por lo menos 300 pesos libres de cuenta y combustible para solventar los gastos de su casa.
Afortunadamente, dijo, no ha sido víctima de la delincuencia como sus colegas. Por eso adoptó esas medidas y, al parecer, le han funcionado.
De acuerdo con el trabajador del volante, durante el día se han encontrado con personas bien vestidas que, aparentemente, no cometerían un asalto, y después "salen con su chistecito".
Señaló que sus colegas que trabajan más tarde observan el comportamiento de sus clientes y ante la mínima sospecha piden auxilio.