Alberto está a gusto en la “ruta” porque puede disponer de su tiempo.
Alberto Gutiérrez trabaja como operador del transporte público porque -a diferencia de las empresas-, en este oficio obtiene dinero diariamente y puede disponer de su tiempo para atender asuntos familiares.
Desde hace cinco años conduce unidades del transporte público, y aunque reconoció que es una labor cansada porque todos los días madrugan, señaló que está a gusto en esta labor porque tiene un patrón comprensible que -además de entender que a veces no logra reunir el dinero de la cuenta-, también le da la oportunidad de ausentarse en fechas importantes.
"Aquí puedo agarrar varios días. A veces pido los días para estar en los cumpleaños o salidas de las escuelas y el patrón me da la oportunidad de faltar, aunque claro que esos días no llevo dinero, pero por eso todos los días ahorro algo de dinero".
Sin embargo, lamentó que por estar en la economía informal no tiene derecho al seguro social ni prestaciones de ley, y mucho menos vacaciones pagadas.
De acuerdo con el trabajador del volante, una desventaja es que en días lluviosos con mucho esfuerzo reúne el dinero para entregar la cuenta, que es de mil a mil 100 pesos diarios.
Aseguró que se mantendrá en esta labor, pues sólo es una temporada baja la de pocos ingresos, a la que cada año se acostumbra.