Su intención es alegrar el día a la clientela.
Indalecio Gutiérrez maneja un taxi desde hace doce años, y desde hace unos cuatro, en estas fechas, Santa Claus es su fiel compañero: un juguete de peluche que cuelga del parabrisas.
Su "gordito", como le dice de cariño, tiene una canasta pequeña que cuelga de su barriga y su misión es alegrar el día a los clientes. Aunque también tiene la encomienda de juntar propinas para que el chofer pueda comprar la cena de Nochebuena y algunos detalles para sus seres queridos.
En los últimos tres años, Santa Claus ha cumplido con su propósito. Por eso desde mediados de noviembre sale a las calles a bordo del taxi. Algunos clientes preguntan: “¿por qué lo trae?”, y otros sólo le toman fotografías, pues les parece atractivo verlo en el vehículo.
Para el taxista, este peluche tiene un significado especial, y recuerda que de niño siempre le dejó un obsequio bajo el árbol, aunque no era precisamente lo que pedía en su carta, pero agradece que nunca lo dejó sin un juguete nuevo en estas fechas.
Aunque el 24 y 25 de diciembre es una fecha de reunión familiar, para Indalecio son los días que más trabajo tiene, pues asegura que hay pocas unidades del transporte público en circulación, por lo que se ve obligado a laborar horas extra.
Sin embargo, después de su jornada se toma un momento para convivir en familia, porque señala que son fechas importantes y le causan felicidad.
"El 23 de diciembre es mi cumpleaños y eso motiva mucho. Busco no amargarme el día y busco la manera de echarle ganas. Estas fechas me recuerdan muchas cosas con la familia; antes éramos más y ahorita cada uno está por su lado con su familia e hijos".