Por medio de la circular 04/2011, la cual puede ser consultada en el periódico oficial “Tierra y Libertad” del siete de diciembre, el fiscal estatal instruyó las medidas concernientes a la salvaguarda de la integridad física de los imputados mientras permanecen a disposición del Ministerio Público durante la investigación del delito.
Luego de algunos incidentes ocurridos dentro de los separos de la PGJ, como el presunto suicidio de dos detenidos, los encargados de las celdas deberán revisar al imputado corporalmente con la finalidad de corroborar que no se encuentre lesionado, verificar que los imputados que ingresan al área de seguridad sean revisados por el médico legista en turno para su certificación y preguntar al detenido si padece alguna enfermedad que requiera del consumo de algún medicamento controlado y específico, y en caso afirmativo, se dará aviso al agente del Ministerio Público y al médico legista.
Por ningún motivo, dicen los lineamientos, se recibirán medicamentos que proporcione algún familiar del imputado, hasta que el agente del Ministerio Público autorice la intervención del médico legista en turno y éste proporcione la nota médica debidamente firmada.
También los agentes ministeriales deberán cerciorarse de que los imputados al ingresar a los separos se quiten las agujetas, cinturón, calcetas y cualquier prenda que pueda ser utilizada como un medio para poner en riesgo su integridad física.
De igual forma deberán asegurarse de que la celda en que se encuentre el o los imputados permanezca cerrada con candado o cualquier otro medio de seguridad; y la puerta principal (reja) de acceso a la celda sólo se abrirá para lo estrictamente necesario.
Las áreas de seguridad permanecerán vigiladas las 24 horas del día y ninguna persona, incluyendo al personal policial, podrá ingresar a las celdas con armas de fuego, por lo que los elementos deberán ingresar desarmados y cuando exista la necesidad de entrar a dicha área, recibirán el apoyo de sus compañeros desde el área de recepción.