Detalló que las Policías municipales son las que concentran el mayor número de elementos con obesidad o sobrepeso y en el caso de la Policía estatal sí existen algunos casos pero son los menos, ya que se le ha insistido a la Secretaría de Seguridad Pública estatal sobre la buena condición que deben tener sus agentes.
Explicó que los problemas de peso de los elementos policiacos afectan su rendimiento operativo, por lo que son susceptibles de ser dados de baja de las corporaciones.
“Los elementos tienen que hacer algo de ejercicio, aunque sea leve, para desintoxicar el cuerpo de una desvelada, de un proceso de cansancio”; o, por ejemplo, “el encargado de la fuerza salir a correr con el personal, para poner el ejemplo”, señaló.
Es que, recalcó, “imagínense una persona que esté 30 kilos arriba de su peso normal, para bajarse ágilmente de una camioneta, ¡qué se baje y no se lastime ya es ganancia!, siendo que debe bajarse en carácter operativo”.
Agregó que se han hecho recomendaciones para estar en buena condición física y en un peso ideal. Sin embargo, hay elementos que atienden las instrucciones y otros que las ignoran, pero éstos últimos podrían dejar de prestar sus servicios como elementos operativos por no estar en forma y no ser aptos para el desempeño del cargo.