Ayer, se realizó el foro denominado “Observaciones de la Seguridad Pública en el Estado de Morelos”, convocado por el Observatorio Ciudadano para la Seguridad, la Justicia y la Prevención del Delito del estado de Morelos, con objetivo de conocer y difundir los índices de medición de la inseguridad en el ámbito nacional y estatal.
La coordinadora del Programa de Seguridad de México Evalúa, Leticia Ramírez de Alba, detalló con cifras el aumento de los ilícitos de alto impacto y exhortó al Estado Mexicano a implementar políticas públicas para atender a las “víctimas invisibles”, es decir las personas que resultan afectadas indirectamente (por ejemplo, familiares y amigos) por la comisión de delitos y que no son cuantificadas en las estadísticas oficiales.
Explicó que, sin contar con estimar las cifras negras, entre diciembre de 2006 y abril de 2012 se registraron 90 mil 507 víctimas de homicidio, lo que significa que en este periodo más de 263 mil personas se convirtieron en “víctimas invisibles” a causa de este delito, y en total suman alrededor de 354 mil víctimas visibles e invisibles de homicidio.
Dijo que esta cifra de víctimas directas e indirectas equivale a más de la mitad de la población de Colima o Baja California Sur.
De igual forma, detalló que durante el sexenio calderonista, un millón 100 mil 745 personas fueron víctimas de robo con violencia, lo que significa que más de tres millones de personas se convirtieron en víctimas invisibles a causa de este delito, que en total suman cerca de cuatro millones víctimas visibles e invisibles de robo con violencia.
En cuanto al delito de secuestro, la especialista detalló que en el mismo periodo se registraron cinco mil 532 víctimas de secuestro, resultado más 16 mil víctimas invisibles a causa de este delito, que sumaron más de 21 mil personas afectadas directa e indirectamente por este ilícito.
En cuanto al delito de extorsión, precisó que entre diciembre de 2006 y abril de 2012, 26 mil 907 personas fueron víctimas directas y más de 78 mil personas se convirtieron en víctimas invisibles, que suman más de 105 personas afectadas por este ilícito.
Ramírez de Alba explicó que ante las afectaciones directas e indirectas que provocan los delitos de alto impacto en la población, es necesario que se generen políticas públicas de atención a las “víctimas invisibles” del delito.
“Cuando hay una persona asesinada, por ejemplo un padre familia, las consecuencias las va a sufrir también la esposa, los hijos, los papás, los familiares, etcétera, y hay afectaciones de tipo psicológico, emocional y económico, que incide en las familias, y si es muy grande el volumen, y también incide a nivel comunidad, a nivel colonia, a nivel estado, a nivel nacional. Por eso es muy importante que la política pública en nuestro país considere no sólo a víctimas directas del delito, sino también a las víctimas indirectas”, dijo.
Detalló que como consecuencia de los índices de criminalidad, las víctimas directas e indirectas de son desplazadas, pues se ven obligadas a dejar sus lugares de residencia; sufren daños psicológicos; desintegración familiar; disminución del ingreso familiar y por ende de las oportunidades de desarrollo; vulnerabilidad económica y financiera.
Repunte de delitos en Morelos
De acuerdo con el INEGI, de millón186 mil 928 residentes en Morelos de 18 años y más, 22 de cada 100 fueron víctimas de algún delito en el año 2010.
Sin embargo, las estadísticas reveladas por el Observatorio Ciudadano para la Seguridad, la Justicia y la Prevención del Delito del estado de Morelos, revelan que los delitos de alto impacto social han registrado un sustancial aumento.
Las cifras presentadas por el Observatorio en los últimos años señalan que hubo un incremento de los delitos, pues el robo a transeúnte aumentó 71 por ciento, el robo de vehículo con violencia 279 por ciento, robo a repartidores 179 por ciento, robo a transporte público 551 por ciento, robo a negocio con violencia 125 por ciento, robo a casa habitación 246 por ciento, homicidio intencional 276.7 por ciento y secuestro 109.8 por ciento. De igual forma, la violencia familiar y los delitos sexuales registran un aumento importante.
Los municipios que concentran el mayor índice de criminalidad son: Cuernavaca, Cuautla, Jiutepec, Yautepec, Temixco, Jojutla y Emiliano Zapata.
Incluso, la coordinadora del Programa de Seguridad de México Evalúa recomendó a las autoridades estatales que ante el alza de los delitos de homicidio y robo de autos, “hay que poner más atención a las estrategias de prevención y combate a esos delitos”.