Ante el auge en el consumo y la notoria aparición ascendente de este tipo de productos, la institución de salud dio a conocer los datos arrojados por estudios hechos sobre la ingesta de los mismos y su combinación con bebidas embriagantes.
La delegación en Morelos del Seguro Social dio a conocer el llamado a sus derechohabientes y expone que “las bebidas energizantes no deben combinarse con alcohol, ya que por sus componentes alteran el sistema nervioso central causando taquicardias, deshidratación e incluso infartos; su consumo en la mezcla con el alcohol genera una ficticia sensación de euforia, además contienen alto valor calórico; taurina y cafeína que causan energía al cuerpo (calorías), lo que mantiene despierta y animada a la persona”.
Los nutriólogos del IMSS han advertido que “la cantidad de calorías pueden provocar sobrepeso y obesidad en quienes no son deportistas de alto rendimiento; por lo que es conveniente que las personas antes de consumir cualquier tipo de bebida energizante, consulten las etiquetas para analizar la tabla nutricional y verificar el contenido energético y el valor de los carbohidratos.
Las bebidas energizantes, al igual que los refrescos, contienen demasiada azúcar y calorías innecesarias que ocasionan que la persona gane peso, señalaron especialistas de la Coordinación Delegacional de Nutrición y Dietética del Seguro Social y entre otros, de los riesgos identificados, señalaron la intoxicación que se manifiesta con insomnio y agitación.
Los especialistas del IMSS dieron a conocer que las bebidas deportivas no son lo mismo que las energizantes, ya que las últimas contienen estimulantes; en cambio las bebidas deportivas contienen agua y electrolitos acompañadas de un sabor agradable, que se puede consumir después de haber realizado algún ejercicio o desgaste físico para no deshidratarse y recobrar los electrolitos que se eliminan a través del sudor.
Finalmente resaltaron la importancia de consumir agua natural, uno de los elementos principales del organismo, pues ayuda a las funciones vitales para una buena salud, el 80 por ciento del agua ingerida es a través de bebidas y el 20 por ciento es la contenida en la comida y ayuda diluir los líquidos corporales, es importante en la transportación de nutrientes a las células, ayuda a digestión y contribuye a la regulación de la temperatura corporal, entre otras funciones del organismo”, abunda el referido comunicado.