Este martes dio inicio formal dicho congreso, que permitirá la elección de los delegados de la sección al congreso nacional. En este contexto, la lideresa sindical aseveró en su intervención que la insensibilidad o irresponsabilidad del gobierno estatal, laceran los acuerdos convenidos.
Aseveró que dicho incumplimiento de pagos ha provocado el distanciamiento entre las autoridades del gobierno estatal y la dirigencia del SNTE en Morelos. De nueva cuenta exigió a las autoridades y a los grupos involucrados en la tarea educativa, cumplir con su responsabilidad igual que el sindicato, “que ha dejado constancia de su disposición para hacer los cambios y las innovaciones necesarias que beneficien a la mejor calidad del sistema educativo de Morelos”.
“Nadie puede acusar al SNTE de haber rehuido o haberse opuesto a las transformaciones, hemos dejado constancia una y otra vez de nuestra voluntad convertida en hechos para elevar la calidad educativa”, y por ende, reclamó la misma responsabilidad de quienes hoy se encuentran en puestos de decisión y con un trato equitativo, “respeto a los docentes y a los demás trabajadores del sector”.
Externó de forma tajante que “por si no ha quedado claro, el sindicato no ha aceptado jamás políticas que vayan en contra de los derechos de los trabajadores de la educación”, y acusó a quienes afirman lo contrario, de “tener intereses ajenos y mal informados, que bloquean la intención de fortalecer la profesionalización de las tareas que les han sido encomendadas a los maestros”.
Por su parte, la presidenta del Congreso, Blanca Luna, advirtió que son muchas las miradas que se fijan en esta asamblea seccional, algunas atentas de si es posible el fortalecimiento de la organización sindical como garante de una educación pública de calidad y de los derechos de sus agremiados; otras esperanzadas, dijo, en que la práctica democrática imperante en el SNTE se estanque, o que su vigor, representatividad y capacidad de interlocución se debilite.
Expuso que entre los retos que enfrenta el SNTE, se encuentra ratificar ante los trabajadores la decisión de vigorizar la defensa y promoción de sus intereses, derechos y aspiraciones; reforzar las reglas y procedimientos que faciliten el ejercicio de una gestión sindical más profesional, ágil y eficaz; revalidar la decisión de ampliar vínculos sociales y estrechar los lazos de solidaridad con el movimiento sindical nacional e internacional; fortalecer la capacidad de propuestas, interlocución y autonomía del sindicato ante las instituciones del estado y las organizaciones de la sociedad civil; estimular la vida democrática del SNTE; vigorizar la cultura de la transparencia y la rendición de cuentas que hace más de dos décadas inició; y fortalecer el carácter nacional del SNTE y la unidad de los trabajadores de la educación, como la premisa que les integre y fortalezca en proyectos comunes, que les posibilite como organización social, trascender en la propuesta y acciones por un México mejor.
Se manifiestan pero no impiden Congreso
Mientras que en el conocido hotel de Oaxtepec se llevaba a cabo la inauguración del citado congreso, una docena de presuntos delegados se levantó de su lugar y mostró una manta en la que pedían la democratización del SNTE. En tanto, a las puertas, un grupo de docentes del Comité Democrático de Trabajadores de la Educación, como lo anunciaron, se manifestaron para tratar de impedir el cónclave. Acusaron que el multicitado congreso sólo es una “pantomima” de los institucionales, para tratar de legalizar la permanencia de la profesora Elba Esther Gordillo Morales, lideresa nacional del SNTE.
Sin embargo, la protesta no impidió que iniciaran los trabajos de más de 420 delegados que acudieron a la reunión.