Joel Espinosa Obispo, presidente de esta agrupación, integrada fundamentalmente por miembros del magisterio, consideró que ante los hechos recientes vale la pena reflexionar en un panorama sobre la situación laboral y sindical.
Explicó que señalamientos contra la dirigencia oficial del sindicato han sido recurrentes en diversos momentos y además apuntan en torno a los resultados educativos.
Refirió que “la OCDE, organismo supranacional, ha hecho señalamientos sobre la actuación del SNTE en el ámbito educativo, calificando a su dirigencia como obstáculo fundamental en el mejoramiento de la educación en nuestro país; en México los señalamientos se han retomado por algunos actores políticos y mediáticos que critican la permanencia de la maestra Elba Esther Gordillo en la dirección del SNTE, como el factor determinante en los bajos resultados educativos”.
Expuso que la acometida al sindicato de maestros se justifica por la forma centralizada en que se mantienen, en contradicción con el liberalismo económico y la descentralización educativa; “en respuesta, la dirigencia ha venido adecuando su estructura, reduciendo comisionados por un lado y por otro ha reforzado el centralismo sindical, blindando a la maestra al crear un consejo supremo que garantiza el control total, con derecho a participar en la política educativa”.
Acusó que en la contratación laboral con el sistema de examen para nuevo ingreso, si bien de acuerdo a las reglas ya no interviene directamente la dirigencia, sin embargo, aún tiene injerencia determinante en los estados.
Por otro lado refirió que se dieron a conocer algunos acuerdos que se habrían derivado del más reciente congreso, que no resultarían realmente novedosos.
Comentó por ejemplo que el discurso del aumento salarial “no es nuevo, es de hace 10 años o más llegar a los seis salarios diarios mínimos llamado salario profesional, la falta de información y las formas en la toma decisiones debilitan a la dirigencia seccional, al predominar la percepción de que no se discute como comité seccional y las decisiones se dictan por el CEN”.
Además, aseveró que la representación sindical en la parte oficial pareciera ausente, “el edificio sindical está vacío, los compañeros que buscan asesoría y solución a sus problemas no tienen respuesta; son las mismas prácticas de antes, que tanto se han criticado”.
“Aunado al distanciamiento con el actual Gobierno estatal, quien hace señalamientos graves sobre corrupción entre las anteriores autoridades y la dirigencia sindical. Este escenario es inédito para los trabajadores de la educación, el estado de ánimo de los sindicalizados y la percepción que tiene de su dirigencia no es la mejor, los cambios son ineludibles y deben de surgir nuevos liderazgos”, abundó.
“Por nuestra parte serán bienvenidas todas las propuestas que generen certidumbre laboral y que escuchen a quienes trabajamos día a día como educadores para construir un proyecto educativo en Morelos, el combate a la corrupción no termina con la denuncia, debe castigarse para que no se repita”, finalizó.