La titular de la dependencia, Vesta Richardson López Collada, indicó que han analizado experiencias de otros estados, además de lo ocurrido con el desabasto del suero antialacrán, por ejemplo, en cuyo caso la productora prefirió surtir a quienes entraron en la compra consolidada que a otras distribuidoras, lo que provocó cierto desabasto del antídoto en Morelos.
Detalló que para las grandes licitaciones, es decir, compras más grandes como la del IMSS, en la que entraron la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Marina (Semar), Petróleos Mexicanos (Pemex) y varias entidades, se aplican multas muy fuertes cuando no se cumple con el abasto, por tanto, suministran primero esos compradores que a otros pequeños, como lo es el estado.
“El año que entra ya vamos a ver que los medicamentos que usamos con mayor frecuencia o los más caros, se irán a la licitación consolidada nacional para garantizar el surtimiento. En esta consolidación ya se anotaron para el 2015- 2020 estados y nosotros ya estamos a punto de entrar, ya manifestamos nuestro interés. Creemos que eso va a disminuir nuestros problemas de abasto en ciertos medicamentos, que nosotros necesitamos mucho”, manifestó.
López Collada detalló que se analizó con las entidades que ya entraron este año a la compra consolidada, por lo que los secretarios calculan que ahorraron entre el 15 y el 18 por ciento del costo de abasto y se estima que mientras más entidades entren habrá más ahorro, hasta llegar quizá al 20 por ciento.
Subrayó que en el estudio que se hace en Morelos, se proyecta entrar a la licitación consolidada con los medicamentos más caros y con mayor uso, además de buscar un esquema propio en el que sólo se compre el medicamento bajo este esquema, pero continuar con otra empresa, en lo que se refiere a la distribución en las unidades de atención médica.
En el 2012 había 20 puntos de abasto, actualmente se tienen 65 módulos de abasto, lo que, aseguró la funcionaria, ha permitido mejorar el nivel de abasto de medicamentos y el aprovechamiento de los recursos. Con esta nueva modalidad, comentó, es probable que algunas personas, en el siguiente año, tengan que viajar a algún centro de suministro para obtener medicinas de padecimientos crónicos como diabetes, hipertensión, entre otras, “pero sólo serían unos 10 minutos, porque estamos en un reajuste de cuáles son los medicamentos que deben tener siempre en los centros de salud y cuáles sólo se deben suministrar en hospitales, por ejemplo los controlados, porque hay un responsable de salud e implica varios otros aspectos que establece la norma”.
A decir de la secretaria de Salud, el año pasado Morelos no entró a la compra consolidada porque iba iniciando la administración y había muchos funcionarios nuevos, por lo que no se conocía cómo iba a operar ese esquema, además de observar que en el IMSS hubo algunos problemas de desabasto.
“Estábamos en una deficiencia del 35 por ciento de abasto de los stocks y como ya vimos que no era suficiente, entonces incrementamos la cantidad”, apuntó.
En la actualidad, de acuerdo con las cifras de la titular de la Secretaría de Salud, el abasto promedio de medicamentos es del 90 por ciento, aunque admitió que hay algunos casos en los que se ha registrado falta de ciertas claves.
Dio a conocer que recientemente se tuvo desabasto de la vacuna contra neumococo trecevalente, pero argumento que se debió a un trámite administrativo en el que se requería una autorización de la Federación sobre la compra con el laboratorio, por lo que el biológico no llegaba a Morelos, hasta la semana pasada que la Federación envió la primera ministración. Por lo tanto, tuvieron que comprar la vacuna para evitar que los recién nacidos se quedaran sin esta protección.
Por otro lado también apuntó que hay carencia de vacuna de hepatitis B, de 10 microgramos que se aplica también a los recién nacidos, igualmente porque el laboratorio que la produce no ha obtenido la autorización de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). Por tanto, dio a conocer que se ha tenido que comprar vacunas de 20 microgramos y se desperdicia la mitad, porque se les aplica la dosis adecuada, “ni modo, con tal de que no se nos atrasen sus esquemas de vacunación”.